Portugal, recortar pensiones y esconder la mano
Internacional
Francisco Louça (3/10/2022)
Las campanas de alarma habrán sonado en la oficina del primer ministro poco después de la presentación de su ansiado programa de respuesta a la inflación. El título «Las familias primero» sugería seducción electoral, medidas que se multiplicaban en una lluvia de millones, y el programa debía servir para tranquilizar a la gente y contener los efectos más graves de la escalada de precios. Pero la respuesta fue inquietante para el Gobierno: la idea de que se trataba de un “truco” se instaló rápidamente, tanto en el impacto de la bajada del IVA, que finalmente se aplicó a una ínfima parte de la factura energética, como, sobre todo, en el cálculo que engaña a quien recibe una pensión, ahora ofreciendo un regalo y luego reduciendo estructuralmente el valor en los siguientes ajustes.