España
Adelaida Gómez (12/1/2008)
A Pedro Solbes,  vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, le da cada dos por tres por hacer referencias a los «bares» tratando de ocultar lo evidente. Y es que la crisis económica ha comenzado. Primero lo hizo  para ponernos a «caer de un burro», diciendo que no nos percatamos de lo que es un «Euro», pues en los bares por tomar un café solemos dar 50 céntimos o más de propina; y ahora, tratando de demostrar lo indemostrable, restó importancia a la actual situación de endeudamiento de las familias españolas: «Claro que hay familias con dificultades, pero también las hay con pocas dificultades».

Estas consideraciones las hizo el jueves pasado en el Congreso de los Diputados. Y para demostrarlo invitó a los diputados a pasear «por los bares de Madrid o Barcelona, por las autopistas los fines de semana o por cualquier centro comercial, y ver las colas que se han producido en las recientes fechas para comprar cosas».

Esta respuesta nos hizo recordar la que en su día ofreció el ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, cuando el PSOE le acusaba del encarecimiento de la vivienda. Cascos respondía que la vivienda estaba cara, pero que los pisos se vendían todos…

Solbes, tratando de demostrar la bonanza económica, dice ahora que la economía ha crecido alrededor del «3,5 por ciento» en el cuarto trimestre del año pasado, tres décimas menos que en el trimestre anterior, lo que supone un crecimiento «muy robusto».

Para el ministro, la actual coyuntura económica se debe a «un progresivo ajuste en el sector inmobiliario», con lo cual en 2008 creceremos un 3,1 por ciento, lo que supone «un ritmo de crecimiento elevado y compatible con una importante generación de empleo».

Para Solbes, la desaceleración de la economía «tendrá cierta incidencia sobre el mercado de trabajo, no cabe pensar en un cambio significativo en la situación actual», que según el ministro se «caracteriza por la creación de empleo y por registros históricos en las tasas de desempleo, actividad y ocupación».

Al ministro le sucede lo que a Zapatero, que no sabe ni lo que cuesta un café, por mucho que aluda a los bares. ¿Desconoce el ministro las subidas del pan, leche, huevos, energía eléctrica, transportes, etc., etc.? Las desconoce, pero es que aunque las conociera, no las padece.

Menuda «joya» ha elegido el PSOE como número dos» por Madrid…