espacioseuropeos.com (3/3/2008)
El subsecretario de Estado para Oriente Medio de los EE. UU., David Welch, reafirmó la semana pasada en Túnez la necesidad de que Marruecos y el Frente POLISARIO den muestras de buena fe y se comprometan de manera constructiva en las negociaciones auspiciadas por la ONU, a fin de alcanzar una solución al conflicto del Sáhara Occidental.

Tras su gira por algunos países del Magreb, Welch declaró a la prensa que el conflicto del Sáhara Occidental fue abordado en todas sus conversaciones, reiterando el apoyo de Estados Unidos a las negociaciones, cuya última ronda tendrá lugar próximamente entre las dos partes en Manhasset, en Nueva York, bajo los auspicios del diplomático holandés, Van Walshum, representante personal del Secretario General de la ONU.

En declaraciones hechas durante su estancia en Argel, publicadas el miércoles pasado por la agencia EFE, el diplomático estadounidense manifestó que “cualquier solución debe pasar por el respeto soberano al pueblo saharaui y a su opinión sobre este asunto. (…) Estamos buscando ideas razonables para resolver este problema. Las Naciones Unidas tienen la responsabilidad de mediar entre las partes del conflicto”.
La cuarta ronda de negociaciones, prevista inicialmente para el día 11 de este mes, fue pospuesta para el 16 del mismo mes, según indicaron fuentes oficiales saharauis.

El Presidente de la República, Mohamed Abdelaziz, entrevistado por EFE, comentó que la parte saharaui “irá a la cuarta ronda de negociaciones prevista para mediados de marzo con una voluntad real sobre la base de la resolución 1754 del Consejo de Seguridad”, a la vez que reconoció, una vez más, el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, confiando que “esta vez haya una voluntad política por parte del Gobierno de Marruecos para poder avanzar”.

El dirigente saharaui advirtió que “si las negociaciones fracasan, el retorno a la guerra es siempre una opción que existe, mientras que la cuestión no haya encontrado una solución sobre la base del respeto de los derechos del pueblo saharaui y del derecho internacional”.