espacioseuropeos.com (15/6/2008)

Hace ya 73 años de aquellos aciagos días en los que Bolivia y Paraguay estuvieron enfrentados en lo que poco después se conoció como la Guerra del Chaco, que causó más de cien mil bajas en los dos ejércitos. Pero ayer, los presidentes de ambos países y los comandantes de las Fuerzas Armadas de Bolivia y Paraguay «sepultaron definitivamente este sábado la beligerancia y reivindicaron la unidad e integración de ambos pueblos en pos de mejores derroteros que señalen el camino del desarrollo», de acuerdo con la información remitida por el Gobierno boliviano.

Los presidentes de Bolivia, Evo Morales; y de Paraguay, Nicanor Duarte; así como Fernando Lugo, el presidente electo en las últimas elecciones en Paraguay («Paraguay: los resultados oficiales dan la victoria a Fernando Lugo«), protagonizaron los actos oficiales que se celebraron en la Escuela de Cóndores de Sanandita, donde un año más se conmemoraba l cese de hostilidades entre ambas naciones.

En su discurso, Nicanor Duarte afirmó que  el enfrentamiento entre Bolivia y Paraguay se debió a «intereses ajenos a ambos pueblos». Más adelante, Duarte manifestó que «El cese de hostilidades fin de una guerra impuesta por intereses extraños a los pueblos, guerra movida por intereses que se tejieron en otras latitudes por afanes de dominación del mercado de bienes estratégicos, de hegemonías culturales que siguen motivando guerras injustas».

El presidente boliviano Evo Morales remarcó que Bolivia y Paraguay son dos países que tienen una misma historia de lucha por lograr la dignidad y su soberanía: «Recordar esa historia negra de enfrentamientos. Antes estos campos eran de batalla, hoy son de integración».

La unidad y la integración de las dos naciones es hoy un objetivo prioritario que los dos pueblos persiguen con tesón. Es por ello que Morales reivindicó la creación de Unasur (Unidad de las Naciones de Suramérica), que impulsan los mandatarios de la región.