espacioseuropeos.com (26/6/2008)
El Presidente Robert Mugabe se enfrenta a fuertes presiones internacionales en caso de que no cancele la segunda vuelta de las elecciones generales en Zimbawe. La oposición a Mugabe ha declarado que más de 60 militantes y activistas, pertenecientes a partidos políticos opositores al actual presidente, han muerto en las últimas semanas a consecuencia de la violencia desatada por partidarios del actual presidente.
En relación con el ataque con bombas incendiaras contra la casa de un activista de la oposición, en el que resultaron muertas cuatro personas, un portavoz del Movimiento por el Cambio Democrático, que lidera Morgan Tsvangirai, afirmó que simpatizantes del partido de Mugabe fueron vistos en las cercanías del lugar donde se produjo el atentado.
El líder de la oposición Morgan Tsvangirai, que resultó vencedor en la primera vuelta de las elecciones, celebradas en marzo, se retiró de la segunda vuelta, ante la gravedad de la situación y el temor a que militantes suyos perdieran la vida. Tsvangirai pidió asilo político en la embajada de Holanda en Harare, «al considerar que su vida corría peligro«.
Estados Unidos y la Unión Europea se han manifestado en contra de la actual situación. El gobierno francés advirtió hoy que «no reconocerá» la legitimidad del poder que resulte de unas «elecciones falseadas» , mientras que el presidente estadounidense George W. Bush, calificó como una «farsa» la segunda vuelta electoral prevista en Zimbawe para mañana jueves.
El Premier, Gordon Brown, anunció en el Parlamento inglés que su gobierno estaba preparando sanciones más duras contra personas específicas del régimen del presidente Mugabe, en caso de que las elecciones no fueran retrasadas: «la ONU y la Unión Africana puedan trabajar juntas a favor de una transición pacífica en Zimbawe», manifestó.