B. P. (6/8/2008)
En una conferencia de prensa llevada a cabo el martes pasado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que «se vislumbra un pronto acuerdo» en el proceso de nacionalización del Banco Santander en su división en Venezuela.
El proceso de reformas bancarias ha sido elaborado por el Gobierno de Venezuela a través de 26 nuevas leyes para modificar la participación del Estado venezolano en materia agroalimentaria, financiera, administrativa y militar.
El «asunto» del Banco Santander no ha sido, por tanto, un arrebato de Chavez, sino más bien un proyecto elaborado de antemano y que los analistas esperaban que fuese más radical. La reforma de la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras era esperada como una modificación más drástica, sobre todo después de la anunciada nacionalización de la división del Santander en Venezuela.
En la Gaceta (BOE) oficial del Gobierno venezolano, el Gobierno sólo modificó un artículo para que el Fondo de Garantías y Depósitos Bancarios (Fogade) «liquide los bienes que adquiera mediante una oferta pública y en un plazo no mayor a tres meses».
Chávez había amenazado a primeros de este año con intervenir en la banca privada si estas entidades no concedían créditos a bajo costo y a mayor plazo a los sectores productivos venezolanos, a los cuales el Gobierno considera claves para afianzar la «revolución socialista».
Asimismo, el Presidente venezolano acusó al sector bancario de cobrar «excesivas tarifas en los servicios«. Así, en el mes de marzo de este año, el Banco Central de Venezuela resolvió regular y unificar esas tarifas.
En cualquier caso, al parecer, por lo que respecta al Banco de Santander, da la impresión que Hugo Chavez y Emilio Botín llegarán a un acuerdo al margen del Gobierno de Zapatero.