espacioseuropeos.com (14/9/2008)
Tras el silencio de los sindicatos ante la grave situación económica por la que atraviesa nuestro país, parece ser que ahora han despertado de su letargo apoyando la gestión del Gobierno.

A pesar de que el mismo José Luís Rodríguez Zapatero reconocía en el Congreso de los Diputados que no iba a anunciar ningún tipo de medidas, los sindicatos UGT y CC.OO. han salido en defensa de la gestión del Gobierno afirmando que esas medidas son «correctas».

Los secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez y José María Fidalgo -informa Europa Press-,  «alabaron las medidas puestas en marcha por el Gobierno, de las que dijeron que no sólo son coyunturales, sino también estructurales».

Estas declaraciones las hicieron Méndez y Fidalgo en la Conferencia Internacional Sindical sobre el Cambio Climático y su Repercusión para los Trabajadores, que tuvo lugar ayer en el Hotel Hiberus de Zaragoza. No obstante, los dos se mostraron críticos con las empresas del sector del automóvil, debido a los recortes de plantilla que van a llevar a cabo.

Cándido Méndez, en total sintonía con el Gobierno dijo que «por primera vez  un Gobierno de este país adquiere dos compromisos sociales ante una crisis», que para él son «la garantía de mantener el gasto social y fomentar el diálogo social para abordar la crisis desde un punto de vista estructural, además de coyuntural».

Por su parte, Fidalgo manifestó que «el presidente del Gobierno caracterizó la crisis perfectamente en el Congreso. Estoy de acuerdo con él en que ante una crisis no se pueden estar anunciando medidas todos los días, porque acabarían siendo ocurrencias».

Como si estas declaraciones estuviesen preparadas, el secretario general de CC.OO., criticó también al sector automovilístico: «tres compañías del automóvil salgan a decir que tienen problemas»,  el mismo día en que el presidente del Gobierno comparecía en el Congreso de los Diputados. Asimismo, lamentó que las empresas de este sector actuaran así después que «han recibido muchísimas ayudas públicas, y mucha comprensión inteligente del movimiento sindical».

Estos «apoyos» de UGT y CC.OO. son, al menos, llamativos, si tenemos en cuenta que en doce meses se han destruido más de 500.000 puestos de trabajo, sobrepasando los 2,5 millones de parados; y eso, con los nuevos parámetros para hacer ese cálculo, que si se emplearán los anteriores, quizás la cifra se elevaría en más de medio millón de trabajadores los afectados. Por ejemplo, no se consideran «parados» a los trabajadores a los cuales se les ha ofrecido un curso, o a los que se encuentren enfermos de media o larga duración.

La clave de este silencio hay que buscarla en la financiación, que tanto UGT como CC.OO., reciben del Estado, en la nueva clase emergente de «funcionarios» sindicales y en la escasa afiliación sindical, por no adentrarnos en el fenómeno de las «prebendas» personales o en la coordinación y colaboración con determinados sectores empresariales  y asociaciones patronales en la «racionalización» de plantillas laborales.

Casi 200 millones de euros anuales reciben de las arcas del Estado estas organizaciones a través de fundaciones y asociaciones, entre las que destacan la Fundación Laboral de la Construcción, Fundación del Metal, Confederación Española de Comercio, Federación Estatal de Comercio, Hostelería y Turismo… Además de esta financiación existe la que de forma directa llega a UGT y CC.OO., así como la que les llega de los cursos para formación (UE), y otra, nada despreciable,  que de forma esporádica contribuye a llenar sus arcas, como pueden ser partidas específicas para potenciar el Sí a la Constitución Europea o, en otros casos, tratar de convencernos y concienciarnos en alguna votación.