Francisco CastejónEloi Nolla (2/9/2008)
La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos SA (Enresa) ha adjudicado el diseño y construcción del Almacén Transitorio Individual (ATI) de Ascó a la compañía Holtec International de EE. UU., especializada en la fabricación de estos almacenamientos. Ecologistas en Acción califica cuando menos de inoportuna esta adjudicación, realizada en un momento en que la gestión de las centrales nucleares catalanas está en entredicho.

En el BOE del día 26 de agosto aparece la adjudicación a la compañía Holtec International del diseño, construcción y apoyo en el licenciamiento del ATI para el combustible gastado del reactor nuclear de Ascó II (Tarragona). La adjudicataria es una multinacional norteamericana y ha actuado previamente, por ejemplo, en la construcción del almacén en seco para el combustible gastado de los tres reactores no dañados de Chernobil. El precio de la adjudicación es de 17.536.671 dólares, unos 12 millones de euros, cuya mayor parte recae sobre la recaudación del recibo de la electricidad.

Para Ecologistas en Acción, la adjudicación de este contrato es inoportuna, puesto que permitirá a Ascó seguir funcionando indefinidamente. Esto muestra a los propietarios de la central, la compañía ANAV (Asociación Nuclear Ascó Vandellós), que no se van a tomar medidas extraordinarias contra ellos, se les va a permitir seguir funcionado en el futuro y no se va a proceder a una suspensión cautelar del permiso de explotación. Se trata de un espaldarazo a ANAV en un momento en que la sucesión de incidentes nucleares ha puesto seriamente en cuestión su gestión y su cultura de seguridad. De hecho, parece temerario que las tres centrales nucleares catalanas sigan en manos de tales gestores.

Finalmente, Ecologistas en Acción quiere llamar la atención sobre el problema de los residuos radiactivos de alta actividad, sustancias peligrosas durante cientos de miles de años, para los que aún no existe una forma de gestión satisfactoria. La prueba es que en España no se ha conseguido aún un consenso social sobre la gestión de tales sustancias y éste no se logrará en tanto no se establezca un calendario de cierre admisible de centrales nucleares.

El debate sobre gestión de los residuos va unido indisolublemente al de la energía nuclear. Mientras sigan las centrales en funcionamiento se seguirán produciendo tales sustancias, y todas las formas de gestión tiene problemas. El ATI de Ascó no es más que una forma de ganar tiempo.