espacioseuropeos.com (9/10/2008)
El Gobierno de España se muestra dadivoso, sobre todo con dictadores, sátrapas y con las grandes potencias. El Gobierno de España ayuda sobre todo a las grandes potencias. Por ejemplo, el último Consejo de Ministros, ha aprobado una «ayuda de emergencia a china»;  una «ayuda humanitaria de emergencia por importe de 250.000 euros, concedida a los damnificados por el terremoto ocurrido el 12 de mayo de 2008 en la República Popular China».

La ayuda -de acuerdo con la referencia oficial- ha consistido en el «envío, por vía aérea, de medicamentos, cuatro kits de obstetricia y un Kit Sanitario de Emergencia Internacional, con un presupuesto de 250.000 euros con cargo a las consignaciones presupuestarias que para este fin tiene concedidas la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo».

Esta es la segunda ayuda de emergencia que, con motivo del terremoto del 12 de mayo, el Gobierno de España concede a la República Popular China; la primera de ellas, que sepamos, fue aprobada en el Consejo de Ministros celebrado el pasado 29 de agosto.

Sin entrar a valorar las empresas españolas que se han visto beneficiadas por ese encargo de suministrar esa «ayuda humanitaria», ni la forma en que se ha acometido esa designación, nos parece una auténtica tomadura de pelo que España tenga que ayudar a la potencia China, uno de los países más poderosos del mundo.

China está llevando a cabo importantes programas espaciales, gasta una parte muy importante de su PIB en investigación y fabricación de armamento, a la vez que despliega una eficaz estrategia por África y Asia de acuerdos bilaterales sobre hidrocarburos que, sin duda, la sitúa entre los primeros países del mundo. Pero, hete aquí, que el Gobierno de España que preside Zapatero,  se siente magnánimo y caritativo y acude en ayuda de la paupérrima China, mientras manda a diario a miles de trabajadores al paro.

¡Esto es política, lo demás son cuentos!