espacioseuropeos.com (1/9/2008)
Ni la naturaleza ni las circunstancias nos hacen iguales a todos los mortales. Mientras la mayor parte de las familias españolas sufren los efectos de la crisis -negada hasta hace poco por el Gobierno-, diputados (nacionales y autonómicos), senadores y ediles municipales gozan de suculentos salarios y prebendas. El Gobierno, por otro lado, aumenta sin el menor pudor el número de asesores, a la vez que crea ministerios sin contenido.

Un saco sin fondo que sólo se cierra para el resto de los mortales. Por si fuera poco, ahora los Presupuestos Generales del Estado nos ofrecen una muestra más de equidad, justicia y  democracia.  La Casa Real dispondrá para el próximo año de un 2,7 por ciento más de presupuesto, que equivale a  8,9 millones de euros.

Los Presupuestos presentados por el ministro de Economía, Pedro Solbes, contemplan ese aumento real «para el sostenimiento de su Familia y Casa», del que difícilmente tendremos ocasión de conocer con exactitud su destino. La asignación a la Casa Real se hace de forma global, siendo distribuida libremente por su receptor, sin que se conozcan detalles del reparto de esos fondos.

Todo lo contrario sucede en otras Casa Reales, donde se conocen al detalle todos los gastos o; es más, hasta son publicados en internet para conocimiento de los contribuyentes.

Los intentos por conocer a dónde van a parar esos fondos han sido inútiles. La Mesa del Congreso de los Diputados ha rechazado en más de una ocasión cualquier pregunta al respecto. Fue el caso, en la anterior legislatura, del diputado por Sevilla,  Francisco Garrido (PSOE-Los Verdes) y, recientemente, del grupo parlamentario ERC.

 

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