Abaha (18/10/2008)
«Ni está ni se le espera». Así de tajante respondió Don Sabino Fernández Campo a los que en aquella fatídica noche del 23-F de 1981 le preguntaban por el general Alfonso Armada. En el caso que nos ocupa, la supuesta muerte por envenenamiento del dictador Teodoro Obiang Nguema, habría que decir que hasta ahora no ha aparecido por Quebec donde se está celebrando la «La Cumbre de la Francofonía». Allí, caso de que pregunten por el sátrapa, tendrán que decir «Ni está ni se le espera; le están embalsamando…».

Trabajo han tenido los galenos del dictador (chinos, sudafricanos, cubanos, etc.,), aparte de los «profesionales» nigerianos de las plantas, pero todo llega en este mundo. Hasta los banqueros se constipan.

Nuestras fuentes -bebedizo casi siempre cierto- nos confirman una y otra vez la noticia. Otras fuentes nos alertan de que Severo Moto debe estar vigilante, estar atento, con su persona, pues a algunos poderosos de España no les agradaría nada su presencia en Malabo. Sin embargo, nos confirman que la propuesta española no agrada nada al Reino Unido ni a Estados Unidos. Y con la Iglesia hemos topado, Sancho

En breve estaremos de nuevo con vosotros…