Aquilino Tejedo (22/11/2008)
Cristina Almeida parece estar empeñada en que su fallecido padre, Manuel Almeida, sea incluido entre tantos españoles, más o menos destacados, que  participaron en la lucha armada contra los defensores de la II República y que podrían entrar en la Causa General contra el franquismo que se ha frustrado, de momento, al autodeclararse incompetente -de tan mala gana- el juez Baltasar Garzón.

Manuel Almeida, periodista -fue redactor de «Hoy» de Badajoz, de la Editorial Católica -y abogado, entró el 14 de agosto de 1936, en Badajoz, al ser tomada la capital pacense por las tropas levantadas contra la República y que iban mandadas por Yagüe. Manuel Almeida era oficial de la Legión.

En Badajoz, entre el 18 de julio y el 14 de agosto de 1936, los republicanos mataron a doce personas, desde luego, injustamente. Entre ellos figuraba un redactor de «Hoy», Antonio Béjar, y también un Hermano Marista. La represión de los franquistas, en caliente, por la fuerte defensa de la plaza, fue muy sangrienta, con fusilamientos masivos en la Plaza de Toros, que Pío Moa no ha podido desmentir con datos y argumentos suficientes, frente a los testimonios de coetáneos y supervivientes.

Manuel Almeida, de quien por otra parte no tenemos sospecha alguna de nada delictivo en su trayectoria personal, siempre estuvo dentro del régimen franquista. Desempeñó, por ejemplo, el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Madrid.

Quienes apoyan la iniciativa frustrada de Garzón se supone que lo harán con todas sus consecuencias, incluidas las freudianas de «matar al padre».

Garzón, pese a esos apoyos de algunos que pretenden hacerse notar mediáticamente como sea, ha resultado doblemente incompetente.

Al terminar reconociéndose incompetente para continuar con el sumario contra Franco y los franquistas, lo normal hubiera sido un auto lacónico, reconociendo su equivocación.

Un juez sin competencia no debería emborronar 152 folios en tal auto para lanzar doctrina jurídica o más bien antijurídica. Parece una nueva incompetencia como hombre de Derecho. Es decir incompetente al cuadrado y, además, incongruente.

Todavía cabe pensar algo más. ¿Qué hubiera hecho Garzón, como juez, durante la Revolución Francesa y, especialmente en la etapa del Terror? ¿Qué habría hecho como juez, después de la victoria franquista, en el 39 y los 40? Ténganse en cuenta, como referencia, los cambios copernicanos de Garzón hacia Felipe González.