espacioseruoepos.com (20/12/2008)
A pesar de las declaraciones del ministro de Interior realizadas ayer en la Cadena SER, referidas a que Madrid es una de las ciudades más seguras de Europa y donde hay menos delincuencia, los hechos y las cifras le traicionan. Pero de eso hablaremos en otro momento.
Madrid-Chicago años 20: No es la primera vez que abogados relacionados (defensores) con asuntos de narcotráfico mueren asesinados a tiros, y de manera muy similar a como fue eliminado el abogado Alfonso Díaz Moñux, que ayer murió a consecuencia de los disparos recibidos el pasado jueves cuando se encontraba en el interior de su automóvil, en el garaje donde residía en el distrito de Chamartín, en Madrid.
Alfonso Díaz Moñux, recibió dos disparos en la cabeza, uno de ellos mortal. Los hechos tuvieron lugar sobre las 22 horas del jueves en un garaje sito en la calle Antonio Rodríguez, número 40 de Madrid.
El abogado estaba especializado en asuntos de narcotráfico, y había defendido a uno de los acusados (policía de la localidad de San Martín del Rey) en la llamada «Operación Pipol», en la que estuvieron encausados Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro (imputados en los atentados del 11-M), por tenencia y tráfico de dinamita y detonadores.
El abogado asesinado defendía a Zakhar Kalashov, supuesto miembro de la mafia rusa vinculado a la petrolera de la misma nacionalidad, Lukoil. Zakhar Kalashov fue detenido en la «Operación Avispa».
Curiosamente, hace ahora dos años, un parlamentario ruso pidió a España la puesta en libertad de Kalashov. El diputado de la Duma, Mihachev Gadzhi Nuhievich, solicitaba, a través de una carta con membrete oficial, la puesta en libertad del jefe mafioso, ofreciéndose como garante de la misma. No obstante, la petición fue considerada inaceptable por España.
Zakhar Kalashov dirigía, presuntamente, la organización mafiosa Domodedovo, que además de gestiona el dinero ilegal que obtienen de los casinos que controla en Rusia, se dedica a secuestros, asesinatos, tráfico de armas, y un largo etcétera.
La policía española abortó algunos intentos de liberar al mafioso, así como desmantelar una operación, a través de un funcionario de prisiones español, al que le habían pagado 50.000 euros por intentar introducir en el expediente penitenciario de Zakhar Kalashov una supuesta enfermedad, como primer paso para lograr su extradición a Rusia.
Alfonso Díaz Moñux defendió a su hermano, Francisco, condenado a nueve años por la Audiencia Nacional por un delito de tráfico de drogas.
No es difícil deducir, y así opinan fuentes policiales, que el asesinato del abogado español haya sido debido a un ajuste de cuentas o al posible temor a que pudiera facilitar información comprometida.