Salvador Pallarès-Garí (21/6/2009)
En estos días el Cervantes, pagado de sí mismo, celebró ayer sábado 20, el día E. El día del español en todo el mundo.
Como sabemos, el Cervantes, tiene por objetivo difundir el español por todo el mundo.
¿Por todo? ¡No! Hay un territorio, el Sáhara Occidental, y un pueblo, los saharauis (el único país africano en donde el español es lengua oficial) muy cerca de la frontera española, pero muy lejos de los intereses del Cervantes, paradójicamente. No hay un duro para el apoyo al mantenimiento y difusión del español en el Sáhara, colonia española.
Los niños saharauis tienen que aprender español con libros editados en Suecia. La letra ñ, tan señera del español no aparece. Los maestros la tienen que añadir, a mano.
El Cervantes ha pedido a los españoles, en una campaña de imagen, que elijan la palabra que más les gusta del español. Los saharauis -españoles que esperan ser descolonizados- han elegido «olvido». No hay que explicar por qué.
Afortunadamente, esta política del avestruz no afecta a la población civil. Miles de niños saharauis son acogidos por familias españolas. Miles de proyectos de cooperación son promovidos por los miembros del arco solidario con los saharauis… Gente que no olvidamos, ni perdonamos la traición cometida por los que prometieron y se comprometieron. Gente que denunciamos la miserable avestruz de la Moncloa que calla -¿olvida?- ante los crímenes que se comenten cada día desde Rabat.
El pueblo saharaui no es olvidado por nuestro pueblo. Mal que pese a sus dirigentes.
N. de la R.
Remitimos a nuestros lectores al artículo «En África hay dos pueblos que hablan el idioma español«.