espacioseuropeos.com (16/6/2009)
Al menos siete personas resultaron muertas ayer durante la masiva manifestación que tuvo lugar en Teherán. Las muertes se produjeron en el transcurso de los enfrentamientos entre opositores al actual presidente y las fuerzas gubernamentales. Estos datos han sido facilitados por los medios de comunicación públicos.
Radio Payam (gubernamental) explica así lo acaecido: «Un grupo de manifestantes quiso atacar un puesto militar y realizó numerosos actos vandálicos contra el mobiliario público en la plaza de Azadi. Desgraciadamente siete personas murieron y varias más resultaron heridas». No obstante, la emisora no determina si los muertos son funcionarios públicos o seguidores del líder opositor Hossein Musaví.
Las manifestaciones de protesta se vienen sucediendo desde hace tres días, una vez conocidos los resultados que dan la victoria a Mahmud Ahmadineyad. Estas manifestaciones son las mayores desde 1979, y están protagonizadas por jóvenes.
Llama la atención, la moderación con la que el gobierno iraní está tratando la situación creada por las reiteradas protestas. En esta línea, el Consejo de los Guardianes de la Revolución anunció a última hora de ayer que va a pronunciarse «en el plazo más breve posible» sobre la reclamación del opositor Musaví.
Por otro lado -según la sede del partido del ex vicepresidente Mohammad Ali Abtahi– éste había sido detenido por las fuerzas de seguridad iraníes. Asimismo, otro líder opositor, Saeed Hajjarian, fue también detenido el lunes, según informa la agencia de noticias Reuters.
En medio de esta situación, el presidente Mahmud Ahmadineyad se ha desplazado a Rusia, a pesar de que el viaje se había aplazado. En Rusia, el presidente iraní fue recibido por el viceministro de Exteriores, Sergei Ryabkov, con honores de Jefe de Estado.
Cautela en Estados Unidos
En medio des este conflicto de consecuencias imprevisibles, el presidente Barack Obama ha dicho que «son los iraníes quienes deben elegir quién es su líder». A pesar de estas declaraciones, el presidente estadounidense ha alabado que los jóvenes se involucren en el proceso electoral.