Salvador Pallarès-Garí (18/9/2009)Niños saharauis
Que si son galgos o podencos… Y la casa por barrer. La crisis, parece ser, tiene que afectar a todos. Y, ya se sabe, a perro flaco todo son pulgas.

Ahora la ONU se descuelga recortando, a la mitad, la cifra de ciudadanos saharauis refugiados en los campamentos de Tinduf.

¡Habrase visto mayor cinismo! El criterio, confeso, de la reducción, se basa en las «tomas aéreas» del principal donante: ¡España! Pero, si el gobierno español desea que los saharauis se integren en Marruecos y desaparezca del panorama el tema del Sáhara. Y si no es así lo disimula muy bien. Es como poner el ratón a vigilar la alacena.

Disculpen la fraseología. Pero es el gesto más hipócrita de la ONU.

¿Has descubierto ahora el google heart? ¿No saben cómo recortar las ayudas a los refugiados?

Pobres, habrá que crear una ONG de solidaridad con ACNUR (el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) con el objetivo de ayudarles a cumplir con sus obligaciones.

La única ayuda humanitaria que necesitan los saharauis es la celebración de un referéndum para poder decidir si se quieren integrar a Marruecos… o no. Y un referéndum es muchísimo más barato que mantener in aeternum 165.000, 80.000 o quinientos refugiados.

Aunque sólo fuese uno. Por dignidad, por justicia. O, aunque sólo sea por hacer números para afrontar la crisis.