Aquilino Tejedo (11/1/20baltasar-garzon-210)
Contra el juez Garzón llueven las denuncias y querellas hasta el punto de que ya no debe de saber a qué atender, si a los casos que  debe tramitar  como juez o a aquellos en los que necesita defenderse.

 Hasta a antiguos compañeros y amigos ahora los tiene enfrente como acusadores. Es el ejemplo de José Antonio Choclán, magistrado en excedencia que ejerce como abogado. Choclán, en otros tiempos, mantenía relaciones como colega con Baltasar Garzón; pero ahora defiende nada menos que a Francisco Correa, aquel cuyo apellido nomina -en traducción al alemán- el caso Gürtel.

 Pues bien, en su nuevo papel, José Antonio Choclán, exige a la Junta del Colegio de Abogados de Madrijose-antonio-chocland, al que pertenece, que a la mayor brevedad cumpla su propio acuerdo de presentar una querella contra el juez Baltasar Garzón por espiar ilegalmente las comunicaciones de varios letrados con sus clientes, que estaban en prisión por el asunto Gürtel.

 Efectivamente, Garzón va a necesitar un contable que lleve la cuenta de los asuntos judiciales en los que no es juez, sino parte.

 Para colmo de males, quien en otro tiempo actuaba como letrado defensor de Garzón, el abogado Gómez Benítez, en la actualidad tiene incompatibilidad para hacerlo ya que es miembro del Consejo General del Poder Judicial. Y, por si fuera poco, las actas de ETA sobre las sesiones de negociación del ejecutivo de Zapatero con la banda terrorista le dejan como no digan dueñas – al decir de los clásicos castellanos- cuando se esgrimió el malhadado asunto Faisán.

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