Abaha (27/1/2010)teodoro-la-inodoro
Al dictador Obiang Nguema le debe hervir la cabeza solo de pensar que tiene -si es que lo hace- que donar dos millones de euros al pueblo haitiano, según ha reiterado más de una vez, y que ha recogido la prensa amiga.  Dentro de la campaña de imagen que sus asesores le llevan, éstos le han recomendado que hable de la corrupción -materia que domina-, pero afirmando, reiterando, machacando, que es un «cáncer» y que él va a terminar con esa lacra que asola a su país.

Pero, entre tanto, el dictador prepara con esmero el juicio contra diez paisanos suyos, militantes de Unión Popular de Guinea Ecuatorial, que lidera Faustino Ondó Ebang. En este grupo se encuentra el propio presidente de UP, actualmente exilado en España tras permanecer más de cinco años en la prisión de Black Beach, en Malabo, sin que hasta ahora nadie le explicase los motivos de las torturas recibidas ni esos 1.900 días encerrado en lúgubres mazmorras.

La acusación es por «asesinato y allanamiento de morada contra el Jefe de Estado y contra la paz exterior del Estado, y se refieren al asalto al palacio de Obiang Nguema de Malabo, que tuvo lugar el 17 de febrero de 2009,  más conocido por 17-F.

Ese juicio no le va traer fortuna a Obiang, más bien todo lo contrario. Pero, mientras llega la fecha de esa comparecencia, en España los asuntos de Guinea Ecuatorial se dirimen en los tribunales. Por ejemplo, Severo Moto, se pregunta una y otra vez por su pasaporte que retiene la Justicia o el Gobierno (simbiosis que cada día es más evidente). Nos informan que, sobre ese particular, Moto, va a comparecer en breve ante la opinión pública para dar cuenta de ese asunto y de otros relacionados con su detención y posterior encarcelamiento en España.

La Justicia española de repente, no se sabe el motivo, parece tomarse algún interés por las supuestas cuentas bancarias y propiedades de Obiang Nguema en España. En este proceso, el juzgado número 5 de Las Palmas, le ha negado al dictador -más bien al Estado guineano- la posibilidad de que pueda presentarse en la investigación judicial que se sigue sobre esos oscuros asuntos dinerarios.

Nos llama poderosamente la atención esa investigación judicial, y más desde un pequeño juzgado. Algo similar al «chivatazo» en la prensa acerca de la misión de la fragata «Canarias» y el buque «Patiño», que en la etapa de gobierno de Aznar se acercaban sigilosamente a Guinea Ecuatorial. En aquella ocasión se unieron, supuestamente, los intereses socialistas españoles y los mandamapordomingo-y-perez-escolarses galos. El caso es que un diario de León (España), cuyo amo es un íntimo amigo del senador Juan José Lucas (PP), adelantó la noticia. Del periódico de provincias a una asociación y de allí a la prensa nacional. Y los barcos regresaron tras titubeos, desmentidos y unas tontas disculpas de la entonces ministra Ana de Palacio.

Volviendo al asunto de los cuartos y de las propiedades inmobiliarias de Obiang en España, que sepamos este asunto fue denunciado hace años ante la Fiscalía Anticorrupción por opositores guineanos y empresarios españoles, además de por abogados cercanos al gabinete del fallecido Rafael Pérez Escolar. El asunto, fue sobreseído, archivado, guardado en las alacenas y no sabemos en cuántos sitios más…

¿Qué garzónido se atreverá contra Obiang Nguema y el Banco Santander…?

Sobre la extraña desaparición de Plácido Micó hablaremos…

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