Guinea Ecuatorial
Abaha (22/5/2007)
Algunas agencias y medios de comunicación europeos se han hecho eco de una nota difundida por la Unión Africana, en la que afirma que «África pierde 117.000 millones de euros al año mientras países potencialmente muy ricos, están sumidos en la pobreza, como Guinea Ecuatorial, Angola o Nigeria», debido a la corrupción que impera en esos países.
Nigeria ha comenzado con pequeños gestos la erradicación de la corrupción. Así, el gobierno nigeriano ha creado la Comisión contra la Corrupción que hasta ahora ha investigado a más de mil personas. Claro, que no hay que olvidar que en Nigeria conviven más de cien millones.
Aunque algunos medios de comunicación han atribuido este nivel de corrupción a «la excesiva permanencia en el poder de los jefes políticos africanos» como la causa principal de la corrupción, nosotros no lo creemos así. La permanencia no es un grado en la corrupción, lo es la permisividad y la colaboración, en especial la de los países occidentales que permiten que esto sea así, porque les conviene y les beneficia.
Caso flagrante, por ejemplo, el del dictador Teodoro Obiang Nguema. ¿Acaso EE. UU., Francia o España han hecho algo por clarificar las cuentas bancarias del dictador, engrosadas a base de empobrecer a su pueblo? ¿Acaso España hace algo por acaba con esa situación?
Ni mucho menos, Obiang Nguema les viene muy bien al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, Miguel Ángel Moratinos, y a REPSOL-YPF, por no hacer la lista de beneficiados muy larga.
Si España y tantos que dicen luchar por la «transparencia» y contra la corrupción quieren hacer algo por acabar de una vez por todas con esa situación, que se dejen de encargar estudios a asociaciones alternativas que ni «huelen» de lejos lo que se está engendrando en Guinea Ecuatorial; que no vayan los diputados del Congreso de los Diputados a Malabo. Que vayan, en «olor de multitudes», cuando todo haya cambiado…
¡Que la suerte acompañe de una vez por todas a ese sufrido pueblo guineano!