espacioseuropeos.com (26/2/2010)gadafi
El ciudadano libio -no sabemos si es presidente, dictador, rey o líder- Muamar el Gadafi, se ha destapado con la siguiente alocución: «Cualquier musulmán en cualquier parte del mundo que trabaje para Suiza es un apóstata, está en contra de Mahoma, de Dios y del Corán».

Gadafi llama a la ‘yihad’ (guerra santa) contra Suiza al considerar que se trata de un Estado infiel que está destruyendo las mezquitas.

A pesar de que intentó diferenciar entre terrorismo y «guerra santa», Gadafi afirmó lo siguiente: «los musulmanes deben ir a todos los aeropuertos del mundo islámico y evitar que aterrice cualquier avión suizo, a todos los puertos y evitar que atraque cualquier barco suizo, inspeccionar todas las tiendas y mercados para evitar que se venda cualquier producto suizo».

Recordemos que Libia rompió relaciones diplomáticas con Suiza en 2008 cuando un hijo de Gadafi y su esposa, fue detenido en Ginebra por maltratar a dos empleadas domésticas. Los cargos contra el presunto agresor fueron retirados -quizás el dinero tuvo algo que ver-, pero Libia suspendió relaciones comerciales con Suiza, además de retirar cuantioso fondos invertidos en sus bancos.

No mucho después, dos empresarios helvéticos sufrieron as consecuencias, al ser detenidos -uno de ellos estuvo en prisión-, acusados de no se sabe cuantos cargos.

Por otro lado, en esa política aberrante, Gadafi ha prohibido la entrada de europeos de los países Schengen, en Libia, Hasta el momento no ha habido ningún tipo de explicación oficial.

La situación de enfrentamiento entre Suiza y Libia, más bien Gadafi,  llegó ayer jueves a la reunión de ministros de Interior de la UE, que de forma unánime, a pesar de la «alianza de civilizaciones», apoyó a Suiza.

La intransigencia de ciertas religiones se hace cada vez más evidente…