Javier Perote (8/2/2010)javier-perote-con-un-amigo-saharaui
Un ilustrado Coronel, con la singularidad de tener el culo serrano que lo asienta sobre una preciosa rahala que conserva (las dos cosas), viene a decir, en un escrito que ha hecho circular por la Red,  que la culpa de todas las desgracias que acaecen al pueblo saharaui la tiene el Frente Polisario.

Un escrito de dos sabidillas periodistas (E. Calvo, El Mundo y B. Mesa, COPE) le ha sacado de sus casillas, pues ponen verde a España por su actuación en el territorio. Yo conozco ese artículo y no ponen verde a España.

La intención del artículo es resaltar el  interés que desde un principio tuvo el Frente Polisario en acabar con la práctica de la esclavitud en su Sáhara y que, en la actualidad, esa costumbre ha desaparecido en los campamentos de Tinduf.

En la sociedad saharaui, dicen ellas, las autoridades de la colonia, toleraban o promovían con ciertos señores feudales  una modalidad de esclavitud en la que el esclavo era concebido como un miembro más de la casa nómada, sin ser sometido a grandes penalidades, en contraste con lo que se hacía en otros lugares.

En algún sitio ha leído: «denunciar a la vieja España colonial que engañó al pueblo saharauis, que creyó en promesas en dádivas esquivas de una mentira que los desposeyó de sus territorios». Se ve que esto no  le gusta y por tanto no lo admite, así dice: esto es mentira, absoluta mentira, España ninguna promesa especial hizo a los saharauis, como a los de Cuenca. Solo les hizo ciudadanos españoles, con los mismos derechos que el resto, al convertir el territorio en provincia. Qué luego eso no sirviese para nada no fue culpa de España y sí del Polisario.

Yo digo que si hubo promesas, y muy importantes
Cuando España convirtió en provincias el territorio de Ifni y el Sáhara, no preguntó a sus habitantes si  estaban de acuerdo o no con tal medida, lo cual hubiera sido elemental. Y, por supuesto, la principal razón no fue para hacerles partícipes de las grandes ventajas que de ello se derivarían; en setenta y cinco años a nadie se le ocurrió semejante cosa. No: fue para eludir la obligación de declarar ante la ONU los territorios no autónomos que poseía. Se acababan de descubrir los fosfatos de Bucra, había expectativas de encontrar petróleo y no se quería perder el banco pesquero. Solo así se entiende que nueve años después no tuviera España gran inconveniente en desprovincializar Ifni sin tampoco, por segunda vez, preguntar a sus habitantes que opinaban de tal medida; simplemente se les  entregó a Marruecos.

En estos acontecimientos el Frente Polisario no jugó ningún papel porque no existía; todavía faltaban cuatro años para que apareciera en escena.

Cuando en noviembre de 1975 España entregó el territorio a Mauritania y Marruecos, tampoco consultó con los ciudadanos españoles que lo habitaban, si les parecía bien o no. Simplemente se les desposeyó de la ciudadanía, sin darles una verdadera oportunidad para que pudieran elegir seguir siendo españoles.

En los treinta años transcurridos desde entonces, la Administración  española, por imposición de los partidos políticos, ha puesto toda clase de impedimentos, incluso para aquellos que querían recuperar la nacionalidad.  Después las autoridades marroquíes les han hecho ciudadanos a la fuerza, véase el caso Aminetu.

Cuando España entregó el territorio del Sahara, El Frente Polisario llevaba dos años y medio de lucha armada, cuyo inicio había anunciado a las autoridades españolas. En los ataques a los puestos se pretendía captar para su causa al personal nativo que los guarnecía, capturar armas y conseguir eco mediático internacional.

El Frente Polisario nunca asesinó a nadie, en contra de lo que se dice por ahí. Si alguien opina lo contrario y lo considera oportuno estoy dispuesto a debatir con él cuando quiera y ante el público y lugar que elija. También, si lo considera oportuno, se  puede considerar el aspecto de la traición: quién traicionó a quien.

Antes de terminar, una última consideración al artículo de nuestro informante que tras grandes palabras de afecto hacia los saharauis afirma: estos nunca habían sido una nación, nunca habían poseído un territorio, ni lo querían, ni lo necesitaban para nada. Desposeídos de sus territorios lo fueron porque el POLISARIO atacó a España, ante la pasividad del resto de los saharauis, algo así como pasa ahora con la ETA. Los que estuvimos allí, asistimos rabiosos, a funerales de mandos y tropa españoles muertos en actos terroristas, nunca en combate, por el POLISARIO, sin que nadie previamente les hubiese atacado.

Lo contentos que se habrán puesto los marroquíes al leer esto: mira, mira lo que dicen los españoles. Con amigos así sobran los enemigos.

Han transcurrido 35 años desde que España entregó el Sáhara. Las culpas que hubiera podido tener el pueblo saharaui, que sin duda las hubo, ya lo ha pagado con creces en este tiempo.

Cuando Marruecos termine con el problema del Sahara, nadie dude  de que se volverá contra España pero además, si consigue quedárselo, mucho más fortalecido.

Coronel, Francisco Alaman Castro
Coronel, Francisco Alaman Castro

El Frente Polisario está reconocido por la ONU como el legítimo representante del pueblo saharaui, así que los que no hacen más que denigrar al Frente Polisario que se lo piensen por que le está haciendo el juego a Marruecos.

Este Coronel a la vista de las cosas que piensa sería aconsejable que se limitara a utilizar el culo para sentarse en su rahala pero sin someterlo a esfuerzos mentales.

N. de la R.
Este escrito de Javier Perote lo es en respuesta al de Francisco Alamán Castro, titulado.  «El otro Sáhara que yo viví».  De Coronel a Coronel.