espacioseuropeos.com (17/3/2010)eta
Un gendarme francés resultó muerto ayer en la localidad de  Dammarie-les-Lys, departamento de Seine et Marne, al sur de París, en el transcurso de un enfrentamiento con cuatro etarras que, supuestamente, pretendían robar un vehículo.

La muerte del gendarme, el brigada Jean-Serge Nérin, casado y padre de tres hijos, se produjo cuando la policía recibió una llamada desde un centro comercial, que les alertaba de un grupo de individuos sospechosos de estar robando un vehículo. Cuando los agentes franceses procedían a identificar a los etarras, éstos respondieron disparando contra los dos gendarmes que iban en el coche patrulla que acudió al lugar de la denuncia.

Durante el tiroteo que se produjo, tres de los supuestos etarras pudieron huir, mientras un tercer pudo ser detenido. Aunque la policía francesa no ha confirmado de forma oficial la autoria de ETA ni el nombre del detenido, desde España fuentes antiterroristas estiman que se trata de Joseba Fernández Aspurz, alias «El Guindi», que se encontraba huido de nuestro país.

La mayoría de los medios de comunicación españoles se inclinan a opinar que con la muerte del gendarme francés, ETA tiene sus días contados en Francia y que la organización será acosada sin descanso. Si bien esto se va a cumplir, nosotros no inclinamos a que esta muerte va a acelerar el nuevo proceso de negociación del gobierno de Zapatero con la organización etarra.

La primera señal de esa presunta negociación nos la ofreció la portada del diario El Mundo del pasado día 14, domingo, que titula así unas conversaciones con Arnaldo Otegi desde la cárcel: «O ETA se suma a la procesión o se suicida». La frase es de Otegi.  

El contenido de la charla abunda más en el asunto, pero de eso trataremos más adelante.