Internacional
José Manuel G. Torga (28/4/2010)la-transicion-de-kazajstan
Un libro sobre el decurso político de un país, firmado por el líder que lo pilota y presentado formalmente con la categoría de una edición oficial, puede despertar, de entrada, alguna prevención. Lo habitual es que sea una pieza propagandística, elaborada en el taller de los negros de la oratoria y la escritura al servicio del poder.

Si uno prueba a leer algo y se va interesando, lo primero que siente es sorpresa. El estilo es directo, con el uso de la primera persona: «Mi libro», «Durante años llevo guardando conferencias y notas…», «Quiero contar…» Y, efectivamente, utiliza ese tono propio de contar sin énfasis de solemnidad, con sencillez. Cuenta cosas, sin duda, interesantes.

Nursultan Nazarbayev, nacido en 1940, comenzó a trabajar en la siderurgia. A los 39 años era secretario del Comité Central del Partido  Comunista y, un quinquenio después, presidente del Consejo de Ministros de la República de Kazajstán, en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Con la liquidación histórica de la URSS, el 16 de diciembre de 1991 anuncian la independencia de su país. Nazarbayev, candidato a la presidencia de la nueva república soberana, logra un amplio respaldo en las urnas, que revalida en posteriores elecciones.

El tránsito hacia una estructura socioeconómica nueva, con un sistema republicano presidencialista, el alejamiento de los soviets y la transformación de conceptos, instituciones y sistemas, representa un giro copernicano. Y una prosperidad hacia otros horizontes. Nazarbayev relata esa marcha histórica en nueve capítulos, como etapas estelares, según el recordado epíteto de  Stefan Zweig. No habría espacio para analizarlos todos; pero haré referencia a algunos.

En «La estrategia para la independencia», Nursultan Nazarbayev dice que estudió las biografías de los padres fundadores de numerosos países, para conocer las causas de sus éxitos y fracasos. Entre quienes considera que han desempeñado un papel histórico destacado, cita al primer presidente de  Turquía, Kemal Ataturk; al XXXI presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt; al «padre de las reformas en China», Deng Xiaoping; y al ex presidente de Malasia, Mahathir Mohamad. «He escogido -escribe,  además – dos eminentes hombres de Estado en particular, que me han servido de ejemplo. Uno de ellos es el difunto presidente francés Charles de Gaulle, y el padre fundador de Singapur, Lee Kwan Yew, que todavía vive».

Petróleo y otras riquezas naturales
<<Kazajstán – escribe Nazarbayeves rico en recursos minerales, la mayoría de los cuales están todavía sin explotar. No es de extrañar, pues, que  en la época sokazajstan2viética se dijera que «los recursos de Kazajstán representan todos los elementos de la tabla de Mendeleyev«. No hemos explotado ni siquiera la centésima parte de todos los recursos de metales preciosos bajo tierra. En la actualidad, nuestro país ocupa el decimosegundo lugar en el mundo en cuanto a reservas confirmadas de petróleo, sin incluir las reservas del Caspio, cuyas estimaciones no son precisas, y el decimoquinto  en cuanto a gas».

Enseguida avanza y concreta: «Con nuestro programa de explotación de las reservas de la cuenca del Caspio estamos a punto de convertirnos en uno de los mayores productores mundiales de hidrocarburos. Junto con las reservas del Caspio, se calcula que los recursos de hidrocarburos de Kazajstán están alrededor de los 12.000 millones  de toneladas de crudo y 2.000 a 3.000 millones de metros cúbicos de gas natural, depositados en sectores que ocupan una superficie de más de 1,6 millones de kilómetros, además de las reservas ya disponibles».

La moneda kazaja
Crear moneda propia -el tenge– supuso una operación con episodios que recuerdan la novela de intriga: «En la primavera de 1992, nombré una Comisión secreta para estudiar la viabilidad de introducir una moneda nacional. Tan solo siete personas, incluido yo, conocíamos la existencia de dicha Comisión. Aunque seguíamos intentando mantener la zona rublo única, empezamos a introducir nuestra moneda». Seguirán otras peripecias sigilosas hasta que el asunto pasa a convertirse en asunto público; pero, por ejemplo, los billetes  de banco llegaron de Londres camuflados en su embalaje como equipos industriales.

El Cosmódromo de Baikonur
El lugar para instalar un cosmódromo en territorio kazajo fue seleccionado en 1954. De allí saldrían los primeros astronautas soviéticos y aquella situación privilegiada para los lanzamientos espaciales solo pasaría a propiedad de Kazajstán en agosto de 1991, poco antes de la independencia. En el vuelo espacial que siguió al rescate, participó Taktar Anbakirov, nacido en el país.

En 2004, durante la visita del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Kazajstán, firmaron un acuerdo para ampliar el alquiler del Cosmódromo de Baikonur hasta el año 2050, con proyectos conjuntos.

Astana, la nueva capital
La anterior firma tuvo lugar en la nueva capital kazaja, la ciudad de Astana, en la estepa, que sucede a Almaty, rodeada de montañas, en una bella ubicación, pero sin perspectivas para expandirse y con riesgo de terremotos. Conserva,  no obstante, centros financieros, culturales y de otras significaciones.

Etorgan cierto sentido, Nazarbayev, más allá de la nueva capitalidad oficial, concibe una posibilidad dual. «El potencial económico de la República es superior con dos poderosos centros. Hay numerosos  ejemplos de países con dos capitales: Ankara y Estambul, Moscú y San Petersburgo, Karachi e Islamabad, Río de Janeiro y Brasilia, Melbourne y Canberra, Ottawa y Toronto, Washington y Nueva York. En mi opinión, no somos los primeros ni los últimos en seguir esta tendencia».

Con Astana en concreto, hace reversible una imagen de Kipling y el presidente kazajo asegura que «es una ciudad donde Oriente se ha encontrado con Occidente…».