Oscar Riaño (21/5/2010)empresa-de-juego-en-malta
Acaba de ser presentada en Madrid, con el marchamo de «primera plataforma mundial de sorteos on-line», raff.me.

Ernest Pagés, en nombre de la firma, explica que esta iniciativa, hasta ahora inédita, permite actuar en dos direcciones: un usuario puede sortear un objeto propio, nuevo o de segunda mano, al que quiera dar salida (una estilográfica o una cámara de fotos, por ejemplo) o puede comprar boletos, al precio máximo de 5 euros cada uno, para participar en el sorteo de  un libro digital, un viaje a Baleares o a Nueva York, localidades para asistir a una competición deportiva, u otras variantes a sortear, agrupadas en seis categorías: deportes, informática, consolas y videojuegos, audio y televisión, fotografía y videocámaras, y viajes y eventos.

La información proporcionada indica que la compañía raff.me es titular de una licencia de juego on-line, otorgada y controlada por LGA (Lotteries and Gaming Authority), de Malta, pequeño país que, dentro de la Unión Europea se ha posicionado en materia de loterías on-line.

Como la empresa radica en la isla de Malta, las posibles incidencias contenciosas estarían sometidas a las autoridades y tribunales malteses, o, en su caso, a tribunales internacionales de arbitraje.

Según Pagés, a diferencia de las webs de pujas y subastas, raff.me no se limita a poner de acuerdo a dos usuarios, sino que actúa en todos los sentidos, como garante del sorteo. Se encargará, pues, del depósito del dinero ingresado por los usuarios y es responsable legal de entregarlo al promotor de cada uno de los sorteos, así como de la entrega efectiva del premio. «Esto -insiste- es especialmente interesante para evitar cualquier práctica ilícita o situaciones de picaresca que hasta ahora no solucionaban los portales de subastas». Esperemos que así sea.