Mi Columna/Guinea Ecuatorial
Eugenio Pordomingo (15/9/2010)zapatero-y-moratinos
El pasado 21 del mes de agosto de este año, fueron fusilados en Guinea Ecuatorial cuatro opositores al dictador Teodoro Obiang Nguema. El mismo día en que un miembro del tribunal militar leía la sentencia -pocas horas, quizás una, después- eran fusilados José Abeso Nsue Nchama, Jacinto Micha Obiang (hermano del presidente de la Candidatura Independiente, Gabriel Nse Obiang Obono), Manuel Ndong Anseme y Alipio Ndong Asumu. Ese día fue el único que los cuatro opositores no fueron conducidos ante el tribunal, y es que les estaban «preparando» para su último día en la tierra.

Hasta que hicieron acto de presencia agrilletados- en el juicio celebrado  en el Palacio de Banapá-, la dictadura había negado sistemáticamente la existencia de los cuatro opositores en territorio guineano. Cierto sector de la oposición, familiares de alguno de ellos y este humilde medio de comunicación, habíamos dicho que los cuatro opositores habían sido secuestrados en Nigeria y conducidos a Guinea Ecuatorial.

Pero, todo fue silencio, aunque no inútil. Alguna «notita» que otra para justificar la subvención, fue publicada por alguna ONG, incluso internacional, que viste más.

Tras un juicio plagado de irregularidades, los cuatro opositores fueron fusilados sin que permitieran al abogado Fabián Nusé recurrir la sentencia. Las protestas que desde espacioseuropeos.es y otros digitales se hicieron, tuvieron un efecto, más o menos inmediato, y es que algunos periódicos y emisoras de radio «colocaron» la noticia como pudieron. Y el asunto se conoció, pero poco más, que ya es bastante con los tiempos que corren.

Diez días después -repito, diez días después- el ministro Miguel Ángel Moratinos  se dio por enterado. Como digo, diez días después, el ministerio de Asuntos Exteriores manifestó estar «consternado» por los fusilamientos de los cuatro guineanos.

En este mismo medio dejamos escrito que «Con tremendo descaro, la nota alude a que se ha publicado cuando se ha tenido «confirmación oficial» de lo sucedido». Después, vino el paripé, con la llamada al embajador guineano ¿quién es?, para expresarle la condena  del gobierno español y «lamentar la contradicción que la celebración de este juicio, y especialmente las mencionadas ejecuciones, suponen en relación con los objetivos democratizadores anunciados por el presidente Obiang en distintas ocasiones».

¿Alguien se puede creer que La Moncloa o el Ministerio de Exteriores no sabían que Obiang iba a fusilar a esos cuatro opositores? ¿Alguien se puede creer que La Moncloa o el Ministerio de Exteriores se enteraron de esos fusilamientos diez días después? ¿Acaso la «oreja» de Malabo y las de Madrid no se enteraron de nada?

Yo no me lo creo. Y si son ciertas mis dudas, se plantea un problema político y jurídico, aparte de humano. ¿Si algo sabían cómo es que no trataron de evitarlo?