Afganistán
espacioseuropeos.com (10/10/2010)
Cuatro soldados italianos murieron ayer en el transcurso de una emboscada tras regresar de una misión en el valle del Gulistan, en la provincia de Farah, al oeste del país. Al parecer, otros dos militares de la misma nacionalidad se encuentran heridos de cierta gravedad.
Desde el inicio de la invasión de Afganistán en 2004, han muerto 34 militares italianos. En la actualidad, Italia tiene desplazado en Afganistán un contingente de 3.500 efectivos.
Estas muertes han reavivado en la clase política y en la sociedad italiana el debate sobre la permanencia de las tropas en Afganistán: «Lamentablemente estas tragedias se repiten frecuentemente», comentó Silvio Berlusconi desde Moscú, para añadir «que de todas formas nosotros estamos trabajando para entregar el control de la situación en ese país a las tropas afganas».
Estas declaraciones las hizo Berlusconi en presencia del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Vladimir Putin. El Primer Ministro italiano se encuentra en Rusia en visita oficial.
Por su parte, el canciller italiano Franco Fratini, manifestó que su gobierno está trabajando para que en la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en noviembre en Portugal (Lisboa), «se pueda definir una nueva fase de transición en la estrategia internacional en Afganistán».
Otros líderes políticos italianos cuestionan la permanencia de sus tropas en el país asiático, Es el caso de Pier Luigi Bersani, representante del Partido Democrático (PD, centro-izquierda), que además de lamentar la muerte de los militares italianos afirma que «es hora que Italia puntualice su estrategia, como había sido establecido, para ver cual son las perspectivas reales (…) La situación en el terreno es difícil y las perspectivas son inciertas. Quedando establecido que no se puede actuar fuera del contexto de nuestras alianzas, debemos reflexionar juntos sobre qué es lo que quiere decir realmente esta famosa nueva fase'», según han informado agencias de prensa.
Las declaraciones de Felice Belisario, portavoz de Italia de los Valores (IdV), han sido más radicales, formación creada por el ex fiscal anti-corrupción, Antonio Di Pietro, en la actualidad ocupa un escaño en el parlamento Europeo, que afirmó que «sin ninguna hipocresía, expreso toda mi rabia por las jóvenes vidas deshechas».
Asimismo, Belisario afirmó que la responsabilidad política de esta tragedia «debe ser atribuida a «la falta de iniciativa internacional de nuestro gobierno que, a pesar de los insistentes pedidos de la oposición, no ha actuado para prever una estrategia de salida de estos escenarios, que son de guerra».
Otras formaciones políticas italianas, como Los Verdes, se han mostrado también muy críticas con la presencia de tropas de este país en Afganistán, situación ésta a la que denominan el Vietnam de Italia.
Queda claro, que la invasión de Afganistán ha sido un auténtico fracaso, al menos si se tienen en cuenta los objetivos que se hicieron públicos, otra cosa es que ha servido de gran negocio para empresas de seguridad privada, suministradores varios, empresas armamentísticas y todo un conglomerado logístico-financiero que, en estas situaciones se suma al negocio de la guerra. Pero, ni acabar con el talibán -fomentado, no lo olvidemos, por Estados Unidos cuando el país había sido ocupado por Rusia-, ni lograr democratizar la vida de los afganos, ni terminar con la corrupción, se ha logrado, Sin embargo, si ha aumentado la producción de la amapola para su transformación en droga de tráfico penalizado.