España
Alejandra Durrell (16/12/2010)zapatero1
Generalizar es malo, ya lo decía  Juan Jacobo Rousseau, pero en el caso de nuestros políticos, la verdad es que dan ganas de hacerlo, para decir que «trabajan poco, cobran mucho y no se desvelan nada por el pueblo». Ayer hubo cónclave en el Congreso de los Diputados para tratar sobre el «estado de alarma», pero la mía, mi alarma, es que en los sillones del hemiciclo faltaban muchas posaderas que dieran calor al cuero del que están forrados. Se acercan las vacaciones y sus Señorías se encuentran mejor en suelo local que en el foro.

Por faltar faltó hasta Zapatero, que se encuentra ausente espiritualmente; él está en otro sitio, aunque no sabemos en cuál. Su gesto hoy en el Congreso evidencia su alejamiento de la realidad. Dicen que nos puede dar una sorpresa de un momento a otro, y no solo política, como puede ser la convocatoria de elecciones generales anticipadas, sino de otro jaez.

Sus Señorías gozan de importantes privilegios, algunos creemos que anticonstitucionales, como puede ser el asunto de las pensiones. Pero ahora, en esta etapa de verdadera crisis económica, les pedimos que se vuelquen en solventar los problemas de la sociedad, no en generarlos ni en moverlos de un lado para otro. Les pedimos que asistan a las sesiones del congreso -que es su trabajo-,  que contacten con la ciudadanía.

Ayer, en el Congreso de los Diputados, faltaron muchas Señorías, y hoy otro tanto. Sin embargo, han tenido tiempo -según parece- para  «solventar» el asunto de las pensiones, al que han llegado a un consenso: REBAJARLAS, algo que era de esperar.

¿Cuál va a ser la respuesta del pueblo español? ¿Una respuesta a la griega o a la italiana? Dentro de poco lo sabremos.