Japón
espacioseuropeos.com (2/8/2011)

Ecologistas en Acción concede Premio Atila 2011, a la empresa  TEPCO propietaria de la central de Fukushima
Ecologistas en Acción concede Premio Atila 2011, a la empresa TEPCO propietaria de la central de Fukushima

Cada día que pasa es más evidente que las autoridades japonesas, la empresa TEPCO Daiichi propietaria de la central y las instituciones internacionales, nos han estado ocultando la verdadera gravedad de los niveles de radioactividad que se desprenden de la central de Fukushima.

Las autoridades japonesas y la dirección de TEPCO se han visto obligadas a reconocer que los niveles de radiación en la planta nuclear afectada por el terremoto han alcanzado las cifras más altas hasta ahora conocidas.

La compañía TEPCO Daiichi que se encarga de los trabajos de control de la radioactividad en la planta nuclear de Fukushima ha reconocido que los niveles de radioactividad han alcanzado por lo menos diez sieverts por hora  entre los dos reactores, el número 1 y el 2. La cifra anterior, al menos la que se ofreció a la opinión pública, fue de tres a cuatro sieverts por hora.

Hace unos días, un grupo de padres de niños que viven cerca de Fukushima  hicieron un angustioso llamamiento a través de los medios de comunicación: «estamos solos; nos han engañado», afirmaron esos padres en un video colgado en la red.

En el video, los padres piden protección para sus hijos, después de tres meses desde que varios terremotos asolarán Japón: «Sabemos que l gobierno nos ha engañado. Nosotros, los ciudadanos de Fukushima, nos preguntamos si esta región no se ha vuelto inhabitable y pedimos la evacuación de los niños y sus padres», dijo Nakata, uno de los miembros de ese movimiento.

Hay que recordar que a primeros del mes de junio, Ecologistas en Acción otorgó el Premio Atila 2011, concedido en el Día Mundial del Medio Ambiente, a la empresa eléctrica  TEPCO, con sede social en Tokio, por su  «pésima gestión de la crisis y su política de secretismo, ocultación y mentiras durante el segundo accidente atómico más grave de todos los tiempos».