Suazilandia  (África)
espacioseuropeos.com (13/9/2011)

Mswati III
Mswati III

Después de una semana de manifestaciones en Suazilandia, la impresión por parte de los promotores es agridulce. «Aunque por un lado la semana de protestas ha tenido el mérito de llamar la atención mediática sobre la situación que está viviendo nuestro país, por otro estamos decepcionados por la respuesta del gobierno, que no ha respondido a nuestras reivindicaciones», dijo a la agencia de noticias MISNA, Sibusiso Nhlabatsi, uno de los dirigentes estudiantiles. «El rey Mswati no se ha expresado en ningún momento sobre el descontento de la población. Y mientras estábamos manifestándonos, él estaba jugando al golf».

La pasada semana miles de personas salieron a las calles con reivindicaciones de tipo sindical, económico, social y político, denunciando la mala administración del país. En varias ocasiones las fuerzas del orden intervinieron para reprimir a los manifestantes, con un balance de varios arrestados y heridos.

El descontento popular ha aumentado en los últimos dos años por las dificultades económicas derivadas de la crisis financiera internacional y, en concreto, por la crisis económica de la vecina Sudáfrica.

Las protestas podrían continuar, esta vez por parte de la comunidad educativa. La Asociación Nacional de Profesores amenazó con iniciar una huelga si desde el ministerio de Educación no se aprueban nuevas medidas de financiación de la escuela pública. Por otra parte, la Asociación Nacional de Presidios también se encuentra en conflicto con el gobierno elegido por Mswati III.

Suazilandia, el tercer productor de azúcar del continente, está gobernada por la última monarquía absoluta africana, que no admite partidos políticos. El principal grupo opositor (People´s United Democratic Movement) se exilió en el año 2008.

Lo que desde hace un par de años hace que aumente el descontento popular son las dificultades económicas cada vez más agudas, ligadas en parte a la crisis financiera internacional y a la crisis económica de la vecina Sudáfrica.

Lo que genera indignación es sobre todo la diferencia entre el estilo de vida costosa del monarca y la pobreza de un amplio sector de la población, principalmente en las áreas rurales.

N. de la R.
Esta noticia se publica con la autorización de Mundo Negro.