España
A. G. (21/12/2011)
Desde hace un tiempo, se rumorea en cenáculos monárquicos sobre la posibilidad de que el rey de España, Juan Carlos I, podría abdicar. Los mismos rumores apuntan a que el momento elegido podría ser el discurso de Nochebuena. Dentro de poco saldremos de dudas, aunque todo hace pensar que, al menos de momento, lo de abdicar va para largo. Los rumores se acrecentaron tras las dos operaciones quirúrgicas a las que últimamente se ha tenido que someter Juan Carlos I, y fueron adquiriendo cierta verosimilitud cuando los asuntos económicos de Iñaki Urdangarin ocuparon las primeras páginas de la prensa.
De acuerdo con las últimas informaciones y confidencias, no parece que el rey de España abdique, sino que va a dedicar todos sus esfuerzos posibles a que la Casa Real ofrezca una fotografía de unidad, sin quiebras ni fisuras, y sin que asuntos escabrosos enturbien su imagen, y al servicio de España. Pero, determinada prensa (´El Mundo´ y ´Público´, sobre todo) está volcada en no cesar de suministrar cuantos más datos mejor, sobre Urdangarin y por derivación en la Infanta Cristina.
Los rumores acusan sin tapujos a Letizia Ortiz y Felipe -por este orden- como los impulsores de esa corriente mediática que propala la idea de que Juan Carlos I debe abdicar, y par ello, qué mejor que dar carnaza a la prensa.
La estrepitosa caída del PSOE -el Rey siempre se ha mostrado más inclinado por esta corriente ideológica- y la victoria electoral de Mariano Rajoy (PP) van a dar un giro al discurso navideño del monarca, que girará en torno a las tesis del nuevo presidente. Por lo tanto, ni la más mínima mención a una posible abdicación, ni cercana ni lejana.
El rey ha debido recordar lo que le aconsejó Isabel II, la reina de Inglaterra, de que nunca hay que abdicar, que sólo hay que abandonar la corona cuando la muerte lo decida, nunca antes.