Misiles Patriot. Foto RIA Novosti
Misiles Patriot. Foto RIA Novosti

Turquía
espacioseuropeos.com (25/2/2913)
Hace aproximadamente un año el gobierno alemán aprobó el
envió de dos baterías de cohetes Patriot a Turquía, para ser instalados en la frontera con Siria, en concreto en las localidades de Diyarbakır, Malatya y Gaziantep, además de sus respectivos equipos de mantenimiento compuestos por unos 400 soldados, según información facilitada por el Ministerio de Defensa  germano de la que nos hicimos eco. Pocos días antes, funcionarios de la OTAN habían dado su conformidad a esa instalación tras comprobar las zonas más idóneas.

La misión de esos misiles es –según la agencia de noticias RIA Novosti–  defender un radar de Estados Unidos. La instalación de esos misiles ha creado cierta tensión entre Rusia, Estados Unidos y Turquía, a pesar de que la OTAN ha asegurado a Moscú que esos misiles sólo se destinan a la defensa en caso de ataque por parte de Siria.

La compra e instalación de las seis baterías de misiles antiaéreos Patriot van a costar al erario público de Turquía la nada despreciable cantidad de 8,5 millones de dólares, de acuerdo con los datos aportados por Ismet Yilmaz, ministro de Defensa turco.

“Los Patriot nos han costado 15 millones de liras turcas. Pero incluso una vida humana es más importante que cualquier gasto”, afirmó el ministro, al tiempo que recordaba que cinco ciudadanos turcos murieron en octubre del pasado año, en la localidad fronteriza de Akcakale, a causa de la explosión de varios obuses lanzados desde la vecina Siria.

Turquía solicitó la instalación de las seis baterías de misiles ante un posible ataque de Siria, posibilidad que analistas internacionales independientes descartan. Por su parte, Rusia considera que el despliegue “podría empeorar la situación y que la OTAN se está implicando así en el conflicto sirio”, según informa la misma fuente.

Todo parece presagiar que el conflicto sirio va para largo, ya que los “rebeldes” no han conseguido  -como se esperaba- derrocar al régimen de Bashar al-Assad, y que la OTAN podría intervenir directamente