Mariano RajoyEspaña
espacioseuropeos (25/1/2014)
Ayer viernes, el Consejo de Ministros aprobó el llamado Programa Pive-5 para apoyar a la “compra de vehículos eficientes con 175 millones de euros”, según la referencia de dicho Consejo. Para la adquisición de vehículos, los compradores recibirán un “apoyo económico de hasta tres mil euros, aportados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y por el fabricante o punto de venta”.

Este es el quinto programa de ayuda a la compra de vehículos que aprueba el Consejo de Ministros. El nuevo PIVE-5 nace con un presupuesto de 175 millones de euros con el objetivo –según la referencia del Consejo de Ministros- “de sustituir vehículos, turismos y comerciales ligeros, con más de diez años y siete años de antigüedad respectivamente, por modelos de alta eficiencia energética, de menor consumo de combustibles y emisiones de CO2”.

El Gobierno de España afirma que estos programas de “apoyo a la renovación del parque de vehículos se han mostrado como una de las medidas más efectivas para la reducción del consumo energético, con efectos adicionales positivos en materia ambiental y de seguridad vial”, pero lo cierto es que a quien ayuda es a las empresas fabricantes todas ellas pertenecientes a corporaciones multinacionales.

En su propaganda, el gobierno dice que con este nuevo Plan se crearán más de 4.500 nuevos empleos, algo que a todas luces es mentira.

Más empleos se podrían crear dando ‘cupones’ –como hacen otros países europeos- para obtener alimentos, sobre todo frescos; o prestar ayuda a nuestros científicos para que no se vayan a otros países; o subvenciones para la compra de gafas (anteojos) o audífonos para poder oír, entre otros. Hacer esto, además de ayudar a los ciudadanos más desfavorecidos, empobrecidos por las medidas gubernamentales crearía miles de puestos de trabajo.

Pero, eso sí, es más rentable para la clase política “ayudar” a bancos y multinacionales que a sus propios compatriotas.