espacioseuropeos.com (21/6/2010)
A propuesta del ministerio de Defensa, el último Consejo de Ministros autorizó la compra de 50 vehículos blindados todoterreno, tipo escuadra, por un importe de 15.786.960,64 de euros. Según la referencia del consejo, esta operación «permitirá a las Fuerzas Armadas contar con vehículos de alta movilidad táctica, con un elevado nivel de protección balística y contraminas, con objeto de asegurar las condiciones adecuadas de seguridad y protección en el movimiento de personal desplazado en las zonas de operaciones».
La adquisición de estos nuevos vehículos «debe realizarse a la empresa IVECO, la misma que suministró los vehículos blindados tipo escuadra de alta movilidad actualmente en uso por las Fuerzas Armadas en misiones».
La empresa IVECO fabricante de estos vehículos es en la actualidad propiedad de capital italiano, y pertenece a Fiat Croup. En el año 1990, IVECO se hizo con más del 60 por ciento de las acciones de ENASA, fabricante de los prestigiosos camiones Pegaso.
Entendemos que los soldados españoles destinados en «operaciones humanitarias» -como designa el Gobierno de España a las misiones de guerra- deben estar debidamente equipados y protegidos, pero lo que no acabamos de comprender es la razón, el motivo, la causa del por qué liarnos en una guerra en Afganistán, por ejemplo. O, quizás, si lo entendemos.