España
Espacios Europeos (16/7/2017)
Una representación de trabajadoras, o empleadas, del hogar entregaron el jueves en el Registro General del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, unas 100.000 firmas de un escrito en el que reivindican sus derechos laborales. Entre otras cosas, las trabajadoras del hogar denuncian la carencia de derechos tan elementales como el de la “prestación por desempleo o la indemnización por despido”, algo de lo que ahora carecen la mayoría de esas trabajadoras.
Asimismo, reclaman que se hagan inspecciones de trabajo a fin de evitar las “lamentables condiciones de semiesclavitud que muchas trabajadoras del sector sufren” a manos de sus empleadores.
Datos oficiales de 2015, informan que en ese año había 700.000 trabajadoras del hogar, pero tan solo 435.000 estaban dadas de alta en la Seguridad Social. Una gran mayoría de los empleadores no las afilian a la Seguridad Social, pero las trabajadoras tampoco se afilian como autónomas al percibir salarios muy bajos, lo que les imposibilita desprenderse de una parte importante de su “sueldo” (172 euros) para legalizar, ellas mismas, su situación.
Hasta ahora, ningún gobierno español ha firmado el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -24 países de la UE lo han firmado-, que establece “adoptar medidas apropiadas a fin de asegurar que las trabajadoras domésticas disfruten de condiciones aplicables a los trabajadores en general con respecto a la protección de la Seguridad Social”.
Si los gobiernos españoles han hecho oídos sordos a esta situación de injusticia e ilegalidad, lo cierto es que los sindicatos mayoritarios (CC OO y UGT) no han prestado mucha atención tampoco.