España
Espacios Europeos (21/9/2019)
El Consejo de Ministros celebrado ayer viernes, 20 de septiembre, acordó conceder la nacionalidad española “por carta de naturaleza” al futbolista de Guinea Bissau Anssumane Fati (más conocido como Ansu Fati).

En el caso de Ansu Fati, nacido en Guinea Bissau, la nota del consejo justifica la concesión de la nacionalidad española por ser “un futbolista de gran potencial que pertenece actualmente al FC Barcelona, donde está contratado de acuerdo a la legislación FIFA contemplada para los menores de edad”.

La concesión de la nacionalidad española le permitirá a Ansu Fati formar parte de la selección nacional de España y participar en el Campeonato del Mundo (Sub-17) que se celebrará en Brasil, y que comienza el 26 de octubre de este año.

La urgencia con la que se le va a conceder la nacionalidad española se debe a que si quieren que juegue en ese mundial tiene que ser español aunque sea a presión.

Una pena que miles de guineanos (de Guinea Ecuatorial) y saharauis (Sáhara Occidental) no puedan conseguir, no ya la nacionalidad española, sino tan siquiera el permiso de residencia o acogerse a la condición de “refugiado político”.

Recordemos el caso del joven saharaui, Husein Bachir, que lleva más de siete meses en prisión en Marruecos, esperando ser juzgado por “actividades políticas ilegales”. El caso de este joven es trágico y demuestra el total servilismo de nuestro gobierno a Marruecos, aparte de escasa sensibilidad humana y escaso respeto a los Derechos Humanos que tanto pregona.

 El joven Bachir llegó a España huyendo de la policía marroquí por ser un destacado activista en defensa de los derechos del pueblo saharaui. Se acogió a la condición de “refugiado político”, pero fue deportado a Marruecos sin que su caso fuera sentenciado por el juez. El Ministro Marlaska lo decidió y punto.