Naser Burita, ministro de Exteriores marroquí.

Sáhara Occidental
Espacios Europeos (10/11/2019)
Medios de comunicación de panameños informan que Marruecos ha amenazado al gobierno de Panamá con cerrar su delegación diplomática si no mantiene una  «neutralidad positiva» sobre el conflicto del Sáhara Occidental, que “sea afín a la postura de Naciones Unidas”.

En esa línea, el gobierno de Marruecos ha advertido al de Panamá que “está dispuesto a cerrar su embajada en Rabat si este país no revisa su postura sobre el conflicto del Sáhara Occidental y suspende su reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)”.

Esa amenaza –según la misma fuente- fue hecha en dos ocasiones en los últimos días en sede parlamentaria por el Ministro de Asuntos Exteriores de marruecos, Naser Burita.

Marruecos tiene por prioridad que los países iberoamericanos mantengan una postura de «neutralidad positiva» respecto al conflicto del Sáhara que sea afín a la mantenida por la ONU. Al parecer, Marruecos considera que Panamá ha roto esa neutralidad.

Hay que recordar que en el año 2014, el gobierno panameño abrió una embajada en Rabat en un acto que fue “celebrado en la capital marroquí por todo lo alto y al que asistió el entonces ministro de Exteriores, Salahedin Mezuar”, según informa la misma fuente.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos y Panamá se produjo después que el país americano “suspendiese su reconocimiento de la RASD, una decisión de la que se retractó al año siguiente en 2015 y precisamente pocas horas antes de que el entonces ministro de Exteriores marroquí viajara a Panamá para celebrar la apertura de una embajada marroquí en este país”. En la actualidad en Panamá están las dos embajadas, la de Marruecos y la de la RADSD.

Pero un hecho vino a agudizar las relaciones entre Marruecos y Panamá, y fue la invitación que hizo éste último país al presidente El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos y Panamá se produjo después que el país americano “suspendiese su reconocimiento de la RASD, una decisión de la que se retractó al año siguiente en 2015 y precisamente pocas horas antes de que el entonces ministro de Exteriores marroquí viajara a Panamá para celebrar la apertura de una embajada marroquí en este país.

Desde entonces en Panamá han convivido dos embajadas, la de Rabat y la de la RASD.

La actitud del gobierno panameño en julio pasado cuando invitó al presidente de la RASD, Ibrahim Ghali, para que asistiera a la ceremonia de investidura del presidente Laurentino Cortizo, fue duramente criticada por los medios marroquíes, la mayoría afines al gobierno alauita.

La amenaza del gobierno marroquí se produce cuando está a punto de llegar Mariela Sagel, nombrada embajadora de Panamá en Rabat.


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