Reunión de la Junta de Gobierno del Poder Judicial en 2017, presidida por Juan Carlos Ondo Angue

Guinea Ecuatorial
Carlos Abaga (19/2/2020)
En la Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang Nguema, le quitaron el pañuelo que le tapaba los ojos a la diosa Justicia para que ésta, para poder ejecutar «su trabajo», viera primero a quién sentenciar y a quién no; a quién prejuzgar y a quién defender (injustamente). Este «DON», parece que reside también dentro de la oposición guinea. ¡PERO CONMIGO NO CUENTEN!

«La JUSTICIA, es justicia en cualquier sitio»(Martín Luther King, Jr.). Si estamos de acuerdo con ello, yo lo estoy, ¿por qué se quiere hacer del VERDUGO una VÍCTIMA? Desde los últimos acontecimientos, donde el gobierno de Teodoro Obiang, está persiguiendo a D. Juan Carlos, hijo de la ex-embajadora de Teodoro en el Reino de España, y gran seguidor de los «métodos humanitarios» del sátrapa, las redes sociales están saturadas de críticas al sistema, de llantos a favor de Juan Carlos y, hasta hay dedicatorias piadosas a la mujer que, durante su ejercicio como representante de nuestro país en España, nunca dejó de alabar y adular a su «viejo» amigo, Teodoro Obiang Nguema, presidente y dictador por la gracia de Dios (dicen sus seguidores).

Entiéndanme BIEN: me gusta que se defienda a una persona, cuya vida está en peligro. Pero esto debe ser POR IGUAL. No se debe hablar de justicia o de democracia cuando en el fondo lo que muchos piensan es sólo cambiar un dictador para poner a otro y seguir las mismas arbitrariedades como hasta ahora. No se puede hablar de defender los DDHH cuando aquí pasamos olímpicamente de sus violaciones y no hacemos mención de ellos por falta de afinidad con los sufridos.

Me acuerdo, como si fuera ayer, cuando unos jóvenes que, viviendo en opulencia en Guinea, tomaron la decisión de cambiar «las cosas» en nuestro país, según el sistema, proyecto que fracasó. Cuando aquellos jóvenes llegaron a Europa, encontraron una acogida bien microscópica. Todo, o casi todo el mundo les achacaba de haber trabajado con el sistema y que sus padres eran miembros de éste. Pero hasta aquí no se ha leído o escuchado en ningún sitio que aquellos jóvenes hubieran matado o abusado de una forma a la población. Lo que los «demócratas» en el exilio demostraron aquí es la «culpabilidad» del lugar de nacimiento de aquellos valientes. Las evidencias están a la vista: desde su secuestro, NINGUNA fuerza política a más de la ANRD se ha pronunciado y condenado el hecho. Ni los DDHH de nuestro país, ni los partidos políticos que, aparentemente, luchan para la democratización de Guinea Ecuatorial. SIMPLEMENTE PORQUE SE TRATA DE UNOS PERSONAJES DE MONGOMO.

Observando el «apoyo» que ya de antemano le brindan a la ex-embajadora y a su familia, puedo deducir que no son de Mongomo o que aquí las relaciones étnicas desempeñan su papel. ¡NO COMPATRIOTAS! A éste paso no podremos reconstruir una Guinea mejor. Por mucho que nos pueda doler, no puedo salvar a uno de BÉÉ-OYECK por el mismo delito que ayer condené al de KÚKÛMAÑNKOGK. La democracia exige sacrificios y uno de ellos es hacer una JUSTICIA real. Que los «casos Juan Carlos y los jóvenes de MLGE» nos sirvan como ejemplo para el futuro, si realmente pensamos lo que decimos: LIBERTAD, IGUALDAD JUSTICIA y FRATERNIDAD entre nuestros Pueblos.

¡LA DEMOCRACIA: DIFÍCIL DE TRAGAR!

Carlos Abaga Ayingono

N. de la R:
Como solemos hacer en más de una ocasión, publicamos este texto –tomado de facebook- de Carlos Abaga Ayingono, en el que expresa con suficiente claridad, el pensamiento de muchos guineanos en lo referente a los cruciales momentos por los que atraviesa su país, Guinea Ecuatorial. Quizás para los que no son oriundos de Guinea Ecuatorial o desconozcan las divergencias, aunque cada vez menos, entre etnias, tribus y localidades, les resulte híspido.
El autor, Carlos Abaga Ayingono, guineano, economista, residente en Alemania, es miembro de la ejecutiva de ANRD (Alianza Nacional para la Restauración Democrática en Guinea Ecuatorial).


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