Comedor Solidario en el centro de Galapagar

Galapagar (Madrid)
Espacios Europeos (10/12/2020)
El pasado 25 de julio de este año, en el espacio Mi Columna dimos cuenta de la creación del Comedor Solidario de Galapagar, acto solidario de un grupo de vecinos de este pueblo madrileño, en el que han colaborado establecimientos de la zona y ciudadanos, pero ninguna institución. Hoy, lamentablemente, tenemos que dar cuenta de su cierre. Las causas han sido varias. La decisión de cerrar la tomaron antes de la visita de dos inspectores de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid

Hablamos con Jos Sánchez, uno de los impulsores de ese comedor, que nos dice: “los inspectores de Sanidad no cerraron el Comedor Solidario; ellos nos dieron un plazo de 48 horas para presentar la documentación requerida, y un plazo de un mes para subsanar las deficiencias encontradas”.

Continua Jos relatándonos el cierre: “nosotros habíamos decidido ya cerrar el 18 de diciembre, debido a que la Casa del Mayor de Galapagar ya había abierto sus puertas y nuestro objetivo de dar de comer a los niños ya se habían cumplido en septiembre”. El objetivo de ese comedor era contribuir a una mejor alimentación de los niños y niñas en los meses de verano en los que los comedores escolares cierran. Y lo han hecho. Han cumplido.

Jos nos manifiesta el malestar que tienen a causa de una denuncia anónima que alguien ha puesto, y con este motivo nos han enviado una nota de prensa que recogemos. Ese comunicado aparece también en la página de internet de Adelante Galapagar, en su Gacetilla de Prensa.

Denuncian Comedor Solidario de Galapagar

«Una denuncia anónima quiere desacreditar Comedor Solidario de Galapagar, que ha alimentado a familias vulnerables a sus niños y niñas.

El pasado 30 de noviembre de 2020 las personas voluntarias del Comedor Solidario de Galapagar estábamos terminando de preparar las comidas y las entregas de alimentación, en lo que se presuponía un día de fiesta, íbamos a despedirnos de las familias que hemos atendido desde el 1 de julio llenando sus casas de fruta y verdura fresca además de galletas y dulces, cuando dos inspectoras de Sanidad se personaron en el local.

Las inspectoras vinieron a través de una denuncia realizada en la consejería de Sanidad de la Comunidad de de Madrid y no en el de Galapagar. Las razones de la denuncia son una incógnita. La identidad del denunciante se está investigando en este momento.

El comedor ha funcionado desde el 1ro de julio de 2020 para dar de comer a niños y niñas de familias de renta mínima que se habían quedado sin comedor durante los meses de verano. Funcionaba gracias a donaciones de vecinos y vecinas y de los comercios de la zona, y con el apoyo del Banco de alimentos de Madrid.

Uno de los socios fundadores, José Sánchez, no se explica cómo alguien puede denunciar a una asociación que presta un servicio social de forma voluntaria, invirtiendo su tiempo personal y donando incluso dinero para asistir a vecinos en necesidad.

Las inspectoras dieron al comedor 48 horas para presentar incontable documentación, además de esgrimir en su escrito razones totalmente subjetivas y percepciones personales sobre las instalaciones, creando un mal ambiente entre personas voluntarias y usuarias que no entendían como alguien de este pueblo se ha atrevido a ponernos una denuncia ante Sanidad. Y pidieron papeles , muchos papeles, que el jueves 03/12/2020 presentamos, ante nuestro intachable expediente y nuestro continuo trabajo y cuidado han tenido que callarse y desestimar la denuncia.

Hemos mantenido un inmenso cuidado desde el primer día que abrimos el local, contamos con un seguro que nos ha facilitado Ángel, contratamos extintores, hicimos una profunda revisión de gas para que no hubiera problemas con la cocina, una campana extractora para no llenar a la vecindad de malos humos, desratización con Bichos , una empresa especializada en desinsectaciones, todas las personas voluntarias han hecho el curso de manipulador de alimentos, sin estar obligados a ello, porque muchas hemos estado solo en el ordenador, otras limpiando, otras buscando donativos, y nos parecía que una forma de cuidar a las familias era demostrarles nuestro aprecio aprendiendo desde el primer día.

Pero nos han pedido mucho más, nos han pedido temperatura de los alimentos, temperatura de cocinado y temperatura de envasado, nos han pedido ver los termómetros de la comida, la temperatura de los congeladores, los listados de menús servidos, con alérgenos y mil cosas más, hoy jueves hemos entregado el expediente de todo lo solicitado con lo que hemos dejado claro que ante todo la seguridad alimentaria de los niños y las niñas es lo que hemos tenido en la cabeza desde el 1 de julio.

Su seguridad alimentaria, su nutrición según la edad y su felicidad con chuches y dulces una vez a la semana.

Todas las personas participantes en este proyecto estamos totalmente orgullosas de nuestro trabajo, lo hemos hecho bien, muy bien, pese a que algunas personas hayan querido desprestigiarnos.

Seguiremos informando”.