Un tribunal sudafricano condena a Teodoro Nguema Obiang, vicepresidente de Guinea Ecuatorial, a indemnizar con 2,3 millones de euros a un empresario

El vicepresidente Teodoro Nguema Obiang, inspecciona cuarteles militares de Bara protegido por especialistas blancos. Foto ofical del gobierno guineano.

Guinea Ecuatorial
Espacios Europeos (25/6/2021)
Un tribunal surafricano ha sentenciado al vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang, a indemnizar con 2,3 millones de euros al empresario sudafricano Daniel Janse van Rensburg, que fue encarcelado injustamente durante más de un año en   la prisión de Black Beach en Malabo.

Según el digital SABCNEWS, el Tribunal Supremo de la provincia de Cabo Occidental (Sudáfrica) sentenció a Teodoro Nguema Obiang, vicepresidente guineano, e hijo del dictador Teodoro Obiang Nguema, a pagar una fuerte indemnización al empresario sudafricano Janse van Rensburg, como responsable directo de “la detención ilegal y el uso de la tortura contra él en la prisión de Black Beach, en la isla de Bioko”.

A pesar de haber sido absuelto –en Guinea Ecuatorial- de las acusaciones de fraude y robo,  Van Rensburg fue encarcelado en Black Beach durante 423 días, antes pasó casi tres meses, por cuarteles y otras cárceles donde padeció todo tipo de vejaciones.

La disputa que enfrentó al vicepresidente ecuatoguineano con el empresario sudafricano se centró en la causa que se abrió contra Nguema Obiang por supuesta detención injustificada, dado que el vicepresidente tenía entonces la tutela de las fuerzas armadas, la policía, las prisiones y los centros de detención del país.

Esta trágica historia es similar a muchas otras, padecidas por inversores del país o extranjeros, pero en este caso –a pesar de los años transcurridos- ha finalizado con una sentencia a los Obiang, en este caso contra Teodoro Nguema Obiang, sucesor in pectore del actual presidente guineano.

El devenir de este caso ha sido el siguiente: las relaciones entre Janse van Rensburg, socio del entonces alcalde de Malabo, Gabriel Mba Bela Angabi, empezaron a romperse a causa de las habituales desavenencias entre socios guineanos y externos. Van Rensburg fue detenido acusado de fraude y robo, pero el tribunal guineano no encontró causa para condenarle. Y ahí entró la maquinaria de poder que todo lo arrasa.

El empresario sudafricano fue detenido, padeciendo todo tipo de vejaciones. La orden de su detención, lógicamente, la dio Teodorín (Teodoro Nguema Obiang). A consecuencia de esa ilegal decisión, Van Rensburg fue encarcelado durante 423 días “a pesar de haber sido absuelto de los cargos de fraude y robo”. Este caso se remonta al año 2013; en septiembre de 2015 el empresario sudafricano fue liberado.

Según Times Live, las penalidades sufridas durante su detención e ilegal encarcelamiento, le han ocasionado al empresario sudafricano importantes secuelas que, posiblemente, le impedirán volver a llevar una vida normal y menos, poder trabajar, como así lo ha acreditado la sentencia del Tribunal Supremo de Cabo Occidental.

La descripción que hizo Daniel Janse van Rensburg ante ese tribunal, acerca del tiempo que pasó retenido por las fuerzas de seguridad y su posterior encarcelamiento, fue terrible, y pone los pelos de punta a cualquier persona: torturas, condiciones inhumanas de la prisión, mala alimentación, hacinamiento, condiciones higiénicas nefastas, etc., etc. El relato de esas atrocidades está reflejado con detalle en la sentencia del tribunal sudafricano.

El empresario describe su estancia en Black Beach así: “Aquello es una jaula para animales. Se abren las puertas, te tiran dentro y cierran. No hay ningún control. Ser la única persona blanca era interesante. Trataban de intimidarte. Era bastante peligroso“.

Tras finalizar la sentencia del tribunal sudafricano, Daniel Janse van Rensburg declaró ante los medios de comunicación que “lo ocurrido servirá para educar a los diplomáticos en el futuro“.

Quizás sirva, pero como nos dice un empresario español que fue víctima de un expolio empresarial en el que no faltó la violencia: “Yo dudo mucho que los diplomáticos, al menos los españoles, aprendan algo de lo que ha padecido ese empresario sudafricano, aunque con resultado medianamente feliz”. Y sigue: “la política de todos los gobiernos de España consiste en permitir todo tipo de atrocidades a esos dictadores, lo que se traduce en abandonar a sus compatriotas. Y es que el negocio es el negocio. Desproteger al débil para seguir con el chollo. Y es que se ha perdido la dignidad, la ética y la estética.”





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Editor y Director: Eugenio Pordomingo Pérez. Editado en Madrid. ISSN 2444-8826

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