Militares israelíes en acción. Foto de archivo.

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(20/9/2021)
Como es sabido, el pasado día 6 de este mes, seis palestinos que cumplían largas condenas en la cárcel israelí de Gilboa, al norte de Israel, se escaparon. Esa prisión está considerada como una de las más seguras del país, pero aún así, los seis palestinos lograron escapar a través de un túnel que habían hecho desde la celda al exterior.

Para Israel fue todo un golpe psicológico, ya que su seguridad, algo de lo que alardean mucho, había sido burlada. De forma inmediata se procedió a una búsqueda, casa por casa, asaltando los domicilios de familiares de los presos, así como la detención de algunos de ellos. Los medios empleados, tanto técnicos como humanos, y la intensidad de la operación, fueron dando sus resultados.

A través de la Sociedad Palestina de Prisioneros se supo que cuatro de los evadidos habían sido capturados en las ciudades de Arraba y Ya’bad, situadas al norte de Cisjordania.

Pocos días después fueron arrestados los dos presos que quedaban en libertad. Según fuentes oficiales del Ejército israelí, los dos detenidos, Mahmoud Ardah, condenado a cadena perpetua, llevaba en la cárcel desde 1996, y Yaqoub Qadri, también condenado a cadena perpetua y que desde 2003 cumplía condena.

Según un abogado (Ferdinan) israelí que consiguió permiso para  visitar Al-Zubaidi –uno de los presos evadidos- confirmó que éste había sido torturado. La tortura es, por desgracia, legal en Israel, en el caso de presos palestinos, algo que al parecer no cuestiona ni la Unión Europea ni Estados Unidos.

A causa de la gravedad de las heridas causadas por las torturas a las que fue sometido, Al-Zubaidi fue trasladado, en estado grave, a un hospital.

N. de la R:
Esta información ha sido elaborado con datos de medios de comunicación de la zona.