España
A.L. Martín (22/5/2024)
Miguel Ángel realiza la película Luces de Bohemia en 1985, ganadora del festival de cine de Burdeos.
Anteriormente: Del amor y otras violencias, en 1972. Ir por lana, en 1976. Pecado mortal, en1977. De fresa, limón y menta, en 1978.
Posteriormente: Los ladrones van a la oficina, serie televisiva de gran éxito, en 1993. La casa de los líos, en 1996. Puerta con puerta, en 1999 y Código de fuego en 2003.
El guion de Fresa, limón y menta fue escrito por él junto a Fernando Colomo.
Luces de Bohemia fue calificada de película de especial interés, por el Ministerio de Cultura, el 8 de julio de 1985. Fue coproducida por Laberinto Films y TVE.
Miguel Ángel sabía perfectamente el desafío que suponía llevar a la pantalla una obra tan emblemática de Valle-Inclán; la dificultad de plasmar el particular mundo de este escritor. Fue un desafío, realmente un quebradero de cabeza que solo los que han hecho o intentado hacer algo así, pueden ser capaces de entender. Y solo ellos. El guion a cargo de Mario Camus y el impresionante elenco de actrices y actores que nos llevan a aquellos tiempos ya legendarios:
Francisco Rabal, Agustín González, Ángel de Andrés, Berta Riaza, Manolo Zarzo y como se suele decir: excúsenme las omisiones.
El duelo interpretativo de Agustín González y Francisco Rabal es antológico, de una calidad insuperable.
Hay que recordar las palabras de Max (Rabal) ante la tragedia de un niño y que es conmovedor:
– Nuestra vida es un círculo dantesco, Latino, te invito a suicidarte, arrojándonos del viento.
Miguel Ángel refleja espléndidamente la miseria social del momento en España, la crítica al atraso, la desigualdad y la injusticia brutales. Y también nos muestra el valor de la dignidad: aquello de más vale morir de pie que vivir de rodillas. He aquí las palabras de don Latino, en la secuencia inicial de la película:
– Tenía apostado sobre cuál de los dos emprendería el viaje. Has muerto de hambre como todos los españoles dignos. En España, es un delito el talento.
No es casual que Miguel Ángel eligiera este monólogo de don Latino, como apertura y principio en su película: expresa esa denuncia sentida, que yo comparto, muestra la indignación ante la injusticia, la opresión sobre los desfavorecidos.
Miguel Ángel luchó por esas ideas que no se someten y quieren un mundo mejor.
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