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com (6/6/2010)
El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, fue pitado y abucheado en Valladolid por cientos de trabajadores a su llegada a la inauguración de unas obras. La mayoría de esos trabajadores eran empleados de RENFE y afiliados a CC. OO. El hecho tuvo lugar ayer por la mañana en Valladolid (Castilla y León). Más tarde participó en un acto de su partido.
Blanco, rodeado de los suyos, afirmó que «con el recorte aprobado por el Gobierno, lo que está en juego es la salvación del euro». Blanco se dedicó a atacar al Partido Popular, al que acusó de tener una «voracidad insaciable» por llegar a La Moncloa. Asimismo, el ministro de Fomento dijo que lo único que quiere Rajoy es que «haya más sufrimiento, más desempleo y más ajustes porque ello le va a llevar a la Moncloa, le juzgarán como un irresponsable, cuando más responsabilidad y compromiso se necesita, y le mandarán a su casa, porque tras las elecciones de 2012 ni siquiera va a seguir siendo líder del PP».
«¡Está sembrando desconfianza y alimentando el descrédito. Si hay un activista que aumenta el descrédito de nuestro país, ese activista es Rajoy y el PP! (…) Si quiere construir un puente hacia la Moncloa sobre un desastre nacional, allá él y su responsabilidad, pero no le va a salir gratis porque los ciudadanos se van a enterar de quién es ese personaje, de ello se van a ocupar el PSOE y este vicesecretario general», afirmó Blanco en tono de amenaza, como si blandiera un abultado dossier.
Paro total en RENFE
Blanco se ha encontrado con un ambiente más que caldeado entre los trabajadores de RENFE. Los sindicatos CC. OO. y CGT denunciaron el pasado 28 de mayo la desregulación laboral total que supone el nuevo Acuerdo Profesional firmado por UGT y Semaf (sindicato de maquinistas) y la empresa ferroviaria.
El
95 por ciento de los trabajadores de los talleres de RENFE en Valladolid secundaron la huelga de 24 horas convocada por CC. OO. y CGT en contra del Acuerdo Profesional firmado entre la empresa, UGT y Semaf, ya que consideran que «desregula las condiciones laborales logradas a lo largo de la historia recogidas en 16 convenios colectivos».
El acuerdo firmado ha entrado en vigor el 1 de este mes, y supone, entre otras cosas, que la «plantilla pasa de tener garantizada una jornada laboral de 7 a 15 horas de lunes a viernes a tener una bolsa de 100 horas anuales en las que la empresa puede modificar horarios sin ninguna compensación«, afirman CC. OO y CGT.
Asimismo, el acuerdo acaba con las «tablas salariales que sirven para compensar las distintas responsabilidades y situaciones laborales de antigüedad o dedicación propias de las empresas».