Australia
espacioseuropeos.com (14/12/2010)
WikiLeaks nos está des
velando, entre otras cosas, que no todo es «vino y rosas» entre las llamadas naciones aliadas. Por ejemplo, algunos de esos «cables» filtrados por WikiLeaks evidencian que la imagen de franca amistad y unidad de criterio que pretende mostrarnos Estados Unidos, no es ni de lejos cierta, Así, ahora hemos sabido que el Gobierno de Australia se distanció de las opiniones de la Administración Obama y el resto de aliados, respecto al programa nuclear de Irán.
Las filtraciones de WikiLeaks nos han permitido conocer el estado de las relaciones entre Australia y Estados Unidos respecto a la política a seguir con Irán. Algunos de esos «cables» emitidos por diplomáticos estadounidenses nos ponen al tanto de la opinión de los servicios secretos australianas acerca del programa nuclear de Irán, al que consideran como un «elemento disuasivo», en respuesta a la amenaza de un ataque por parte de Israel y Estados Unidos.
En esos mismos cables se desvela que los funcionarios de la inteligencia australiana habían mostrado su preocupación ante la posibilidad de un ataque militar contra Irán. Asimismo, en los cables se desvela el rechazo de esos funcionarios a calificar a Irán como un Estado «delincuente».