espacioseuropeos.com (22/3/2008)
En Italia, un juez ha ordenado reanudar el juicio contra 26 estadounidenses y cinco italianos,  acusados de secuestrar en Milán al clérigo musulmán  Hassan Mustafa Osama Nasr, conocido como Abu Omar. Tras ser secuestrado, Abu Omar fue llevado a la base militar de Aviano (Italia), y desde allí a la de Ramstein (Alemania), ambas estadounidenses, para terminar en Egipto. Según manifestaciones del secuestrado, en Egipto fue torturado durante los cuatro años que estuvo preso.

Este caso es el primer juicio penal que se lleva a efecto por el llamado «programa de rendición extraordinaria de la CIA». El juicio fue suspendido en junio del año pasado porque estaba pendiente de un fallo de la Justicia estadounidense  que aún no ha sido emitido. Los acusados serán juzgados en ausencia.

En su día, la Administración Bush anunció que rechazará cualquier petición que la Justicia italiana realizase respecto a la extradición de los agentes de la CIA acusados del secuestro de este clérigo.

El caso de Abu Omar salió a la luz gracias a las investigaciones del senador y fiscal suizo Dick Marthy, que acusó a los gobiernos de varios países europeos de mantener una actitud pasiva acerca de las actividades ilícitas del espionaje norteamericano en territorio europeo.

Marthy, reveló, por ejemplo, el caso del secuestro en 2003, en la ciudad de  Milán, del clérigo  Abu Omar, a consecuencia del cual la Justicia italiana tomó cartas en el asunto. El senador Marthy se asombraba de la pasividad de los Gobiernos europeos, a la vez que comentaba en su informe, entregado al Consejo de Europa, que la Secretaria de Estado de EE. UU., Condoleezza Rice, había justificado, lo que ella llama, «entregas extraordinarias».

Armando Spataro, fiscal de la ciudad de Milán viajó a Madrid para entrevistarse con los responsables de la investigación de los vuelos de la CIA que hicieron escala en el aeropuerto de Palma de Mallorca. 

Respecto al secuestro de Omar, el fiscal Spataro afirmó que habían participado 22 agentes de la CIA y que una testigo vio cómo uno de los secuestradores hablaba por el teléfono móvil en el momento del rapto. A través de esos datos, las autoridades italianas localizaron a los agentes, algunos de ellos estaban acreditados en el consulado de Estado Unidos como personal diplomático.

Los datos aportados por el fiscal  Spataro hacen mención a cómo el egipcio Abu Omar fue trasladado por la fuerza hasta el aeropuerto militar de Aviano (Italia), desde fue llevado hasta la base militar estadounidense de Ramstein en Alemania. Y de allí a Egipto.

Si la Administración Bush ha adelantado ya su negativa a la extradición de esos 22 agentes de la CIA, es lógico pensar que hará otro tanto con el caso del asesinato de Nicola Calipari, jefe de los servicios secretos italianos en Oriente Medio, que resultó muerto por disparos realizados por soldados estadounidenses durante la liberación de la periodista Giuliana Scregna, que había sido secuestrada por la resistencia iraquí. Calipari murió al tratar de proteger con su cuerpo a la periodista de los disparos de los soldados estadounidenses. En este caso, la Justicia italiana reclama la comparecencia del soldado norteamericano, Mario Lozano, perteneciente al 69º Regimiento de Infantería de Nueva York.

Tanto los agentes de la CIA como el soldado Mario Lozano serán juzgados en «ausencia» y si son condenados decretarán su «busca y captura» a través de Interpol.

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