España/Marruecos
Salvador Pallarès-Garí (11/5/2011)juan-carlos-i-y-mohamed-vi
Ya sabemos a qué ha ido Juan Carlos I a Marruecos.

No ha ido a pedir que los encausados por genocidio en la Audiencia Nacional se presenten ante el juez que incoa la causa. No. Ha ido a pedir, entre otras cosas que no se pueden confesar, más licencias para los pesqueros españoles, fuera de las cuotas que Marruecos concede a la Unión Europea, y que nos cuestan más de treinta y seis millones de euros. A remachar el clavo del espolio que sufre el pueblo saharaui en sus riquezas pesqueras.

Como la cuota de pesca anual que tienen asignada los pescadores españoles en aguas europeas ya ha sido superada (y todavía estamos en mayo), hay que buscar nuevos caladeros, y hay que explotar más los caladeros en los que ya se está.

¡Una visita de cinco días para esto! ¡Ni que hubiese ido a lomos de un asno!

También ha hecho, eso sí, de agente de viajes, mostrando que Marrakech es visitable, ¡no sea que los turistas españoles dejen de ir, y sean acusados de racistas!

Y, cómo no, ha ido para avalar el proceso de (mini) reformas que está poniendo en marcha el rey marroquí para tapar la boca a los jóvenes, y no tan jóvenes, que piden un procesos de reforma real que afecte positivamente al país.