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espacioseuropeos.com (21/2/2012)willy-meyer
El Parlamento Europeo ha aprobado el acuerdo de liberalización de productos agrícolas y pescado con Marruecos. El eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, ha mostrado  su «profunda indignación» ante la aprobación y alertó «la aprobación de este acuerdo tendrá efectos devastadores para las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas».

Meyer, quien ya advirtió el pasado martes durante el debate de este informe en el Pleno del Parlamento europeo sobre las consecuencias que tendría su entrada en vigor, volvió a denunciar que éste «solo beneficiará a las grandes multinacionales europeas de la alimentación y a los grandes terratenientes marroquíes, entre ellos, y sobre todo, al rey de Marruecos, que sigue siendo el mayor propietario de tierra agrícola fértil».

El parlamentario europeo, Responsable de Política Internacional de Izquierda Unida enfatizó que «la responsabilidad de las dramáticas consecuencias que tiene la aprobación de este acuerdo recaen directamente sobre los eurodiputados que esta mañana han dado su voto a favor a este tsunami para los pequeños y medianos agricultores de ambos lado del mediterráneo».

Meyer recordó que «desde IU ya se denunció y alertó del daño económico y social que supondría la concesión del estatuto avanzado a Marruecos y que fue promovida por el Gobierno socialista de Zapatero».

«Este acuerdo, al igual que el de Pesca, está hecho de espaldas a la legalidad internacional pues sigue incluyendo recursos naturales que pertenecen al pueblo saharaui y por tanto respalda y eterniza el expolio que Marruecos lleva a cabo en el Sahara Occidental», señaló el parlamentario.

Willy Meyer  denunció que «en este acuerdo sigue sin tenerse en cuenta algo fundamental a la hora de abordar el comercio: la calidad democrática y social de los productos, las condiciones de explotación que padecen los agricultores marroquíes y el dumping social que supone liberalizar para hacer competir vía precio a los productos agrícolas europeos con los marroquíes. Se sigue sin exigir a Marruecos que cumpla y garantice unas mínimas condiciones sociales, laborales y fitosanitarias».

Para finalizar, Meyer «señaló el escaso respeto que la UE demuestra por los derechos humanos y los valores democráticos cuando hay un acuerdo comercial de por medio, legitimando una maniobra cosmética de reformas que no suponen ningún avance hacia la democratización de Marruecos».