espacioseuropeos.com (4/epoca-213/2009)
La revista «Época», en el número correspondiente al 27 de febrero-4 de marzo, en un artículo firmado por Luís de Bonafoux,  afirma que «Severo Moto fue condenado por las autoridades españolas por traficar con armas hacia Malabo». No sabemos la información que tiene el autor de ese texto, pues aparte de los consabidas referencias a las «riquezas» de Guinea Ecuatorial, Simon Mann, MEND (Movimiento de Autodeterminación del Delta del Niger), asalto al Palacio de Obiang en Malabo el 17 de febrero pasado, y alguna que otra cosa más, no apreciamos informaciones nuevas ni análisis de la situación y futuro.

Sin embargo, la revista menciona, en tipografía mayor que el texto, y a dos tintas (roja y negra) que «Severo Moto fue condenado por las autoridades españolas por traficar con armas hacia Malabo». Que sepamos, y así nos lo acaba de confirmar Armengol Engonga, Vicepresidente del Partido del Progreso, «Severo Moto, tras pasarse más de cuatro meses en la cárcel, fue puesto en libertad. Y la Audiencia Nacional –juez Ismael Moreno  se inhibió del «caso», remitiéndolo al juzgado de Sagunto».

Engonga, nos reitera una y otra vez que «Severo Moto nunca fue condenado por ese asunto», para añadir «y nunca lo será».  

Las armas incautadas en el puerto de Sagunto (Valencia) por «las que se justificó el ingreso de éste en prisión (…) estaban descatalogadas y obsoletas, y eran además incompatibles con la munición encontrada en el mismo vehículo», según informó en su día la agencia de noticias EFE.

Queremos pensar que la información de la revista «Época»  atribuyendo a Severo Moto esa condena moto-y-armengol1por el «tráfico de armas con destino a Malabo», que nunca ha existido, puede ser producto de una mala información (desinformación), pues pensar otra cosa, significaría que uno de los objetivos del «gabinete de prensa» de Obiang en España, ha comenzado -mejor dicho, reiniciado- su trabajo. En cualquier caso, nosotros recogemos la noticia.

Nos extraña, eso sí, el mutismo del Partido del Progreso que lidera Moto, entre otras cosas porque pensamos que los «paños calientes» en estas cuestiones no sanan las heridas que producen.