Tras los Juegos Olímpicos, el golpe de Estado en Brasil ya no es cosa de juego

Dilma Rousseff
Internacional
Amy Goodman/Denis Moynihan
(4/9/2016)
El fuego de la antorcha olímpica se ha extinguido en Río de Janeiro y la atención mundial ha abandonado Brasil. A la sombra de los juegos, se desarrollaba un suceso singular que los medios de comunicación estadounidenses ignoraron casi por completo: un golpe de estado contra la presidenta democráticamente electa de Brasil, Dilma Rousseff. Brasil ocupa el quinto lugar entre los países con mayor población del mundo y es una de las principales economías mundiales. Como muchos países latinoamericanos, sufrió una dictadura militar que se extendió durante décadas y emergió con una joven democracia hace solo 30 años. El golpe de esta semana no fue llevado a cabo por militares, sino por el Senado brasileño. El efecto es básicamente el mismo: la presidenta fue destituida y