Salvador Pallarès-Garí (31/3/2008)salvador-pallares-gali1
Todas las dictaduras tienen fobia a la libertad de expresión. El Sáhara Occidental y el Tíbet comparten el dudoso honor de ser países, territorios y población, ocupados militarmente por un país con un régimen poco democrático.

El Tíbet es noticia en estos días a raíz de las revueltas que denuncian la ocupación y el genocidio chinos. Tras haberse asegurado el control informativo de todo lo que ocurre en el Tíbet, el gobierno chino, ha organizado una visita de periodistas, para enseñarles un Tíbet en paz.

El gobierno marroquí, por su parte, tras haber impedido sistemáticamente la entrada, a El Aaiún -la capital del Sáhara Occidental ocupado- de periodistas, políticos, juristas… que querían comprobar la situación en que se encuentra la población, no considera necesario mostrar al mundo, a través de periodistas «controlados», la paz y la calma que reina en el Sáhara Occidental. Es más, ahora se dedica a boicotear el trabajo de los periodistas españoles, acreditados en Rabat. Estos periodistas son culpables de haber tratado el tema del pueblo saharaui, o de haber asistido a reuniones de solidaridad con el pueblo saharaui. El boicot es realiza vía retirada de acreditaciones, imposibilidad de realizar conexiones vía satélite, robos de material de trabajo, no de objetos de valor…

Al monarca alauíta, Mohamed VI (M6), le molesta el mensajero, y lo mata, esto es la incipiente gran amenaza, y lo mata. Eso es la gran democracia, «la gran amiga del pueblo español». No en balde el primero en alabar la victoria de ZP, en las elecciones españolas, fue M6, el sobrino político de JCI.C.I.

Y, ¿qué hace el Gobierno de España? El embajador no «puede» hacer nada, la vicepresidenta del Gobierno, no «hace» nada, el gobierno calla. Los periodistas también les deben molestar.