espacioseuropeos.com (25/3/2008)
Al menos 58 iraquíes murieron el pasado domingo en Irak en distintos sucesos violentos. Doce de ellos murieron en la llamada «Zona Verde», a causa de los intensos bombardeos efectuados con morteros, en uno de los peores y más prolongados de los habidos hasta ahora en la región. Esta zona está bajo estricto control de las tropas estadounidenses.
Al norte de Irak, en la ciudad de Mosul, doce soldados iraquíes murieron a causa de la explosión de un camión-bomba que conducía un suicida. Otros cuatro soldados de la misma nacionalidad murieron en parecidas circunstancias, cuando estalló una bomba en una carretera en las Montañas de Hamrin.
Si los Estados Unidos no consiguen controlar ni pacificar la zona que se han asignado, otro tanto le sucede a la ciudad de Basora, actualmente bajo control de los soldados iraquíes desde el mes de diciembre. El Sunday Mirror de Londres aportaba esta información a principios de esta semana, informando que el mando estadounidense tenía constancia del aumento de la violencia, y que el gobierno de Bush había pedido a Gran Bretaña que aumentase el número de efectivos militares y que se hiciese otra vez con el mando directo en Basora.